Las empresas canadienses de autopartes consideran que el endurecimiento del T-MEC en las reglas de origen para el sector automotriz, que demandan un 70% de contenido regional de acero en las exportaciones industriales, afectará la competitividad de México, Estados Unidos y Canadá, en el mediano y largo plazo.
“Los autoparteros canadienses, quienes tienen una presencia muy significativa (en la industria) consideran que el resultado final (de la última versión del T-MEC), en el mediano y largo plazo, no tendrá el nivel de competitividad que la región norteamericana ha tenido”, expuso Armando Ortega, presidente de la Cámara de Comercio de Canadá en México (CanCham).
Durante su participación en el foro Credit Outlook México, organizado por Fitch Ratings, consideró que el adendum del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tuvo un resultado restrictivo para el sector automotriz instalado en el país. “En los últimos minutos en la enmienda final, se exigió que tanto el aluminio como el acero, desde el planchón, fueran de origen norteamericano. Eso hace que el sector automotriz tenga como resultado T-MEC más restrictivo en sus reglas, respecto al anterior”, dijo.
Añadió que el T-MEC no es un acuerdo “liberalizador”, con reglas menos favorecedoras para los servicios profesionales y marítimos, donde Estados Unidos protegió a sus empresas, mientras que el sector automotriz “plantea un gran signo de interrogación”, pues sus exigencias inhiben la integración de las cadenas productivas.
A este reto para las empresas de México y Canadá, se suma la innovación automotriz con el uso de motores eléctricos, como es el caso del gigante Tesla. Ello, dijo, obligará a las firmas del T-MEC a enfrentar la revolución tecnológica y a preguntarse si están preparadas ante los cambios.
Para Jorge Torres, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en México (AmCham), las compañías mexicanas, en específico, también se enfrentan al reto de incrementar su competitividad en logística, ya que México se ubica entre la posición 52 y 53 en este rubro, pese a su vecindad y sociedad comercial con la principal potencia del mundo.
El experto coincidió con que, el T-MEC debe estar acompañado por políticas públicas renovadas, y actualizadas hacia una nueva realidad de México, que sean eficaces y efectivas para combatir la corrupción y la inseguridad, además de favorecer competitividad de las empresas productivas.