La historia de Autocarga Pelusqui se remonta a 1997, cuando por azares del destino, un poco el desconocimiento y algunos trámites burocráticos, David Aceves Zárate decidió entrarle a este negocio.

David es mecánico de oficio. Antes de ser transportista se dedicaba a la reparación de frenos de aire. Por aquella época juntó algo de dinero y se compró un camión para montar una grúa y así poder mover los vehículos que debía arreglar. 

Una vez que ya tenía su primer tracto fue a la SCT para tramitar las placas. Ahí se le presentó el primer obstáculo y al mismo tiempo también la primera oportunidad. El camión era un White 1980 y para meterlo de grúa no debía rebasar los cinco años de antigüedad.

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No podía comprar un vehículo más reciente, así que mejor decidió hacerse de un remolque y empezar a ofrecer sus primeros fletes. Inició moviendo agua embotellada y colchones de Toluca hacia Jalisco y Monterrey.

Aunque le gustaba manejar tractocamiones, contrató a un operador y Autocarga Pelusqui ya tenía dos colaboradores. 

El nombre de la empresa obedece al apodo de su abuelo paterno, quien también se dedicaba al transporte y con quien siempre compartió el gusto por los tractos. 

El inicio no fue fácil, recuerda Aceves, pero al fin pudo comprar un segundo tractocamión. Incluso, con los años empezó a cuidarlo y enchularlo para conservarlo como un modelo de colección. 

Está bien conservado y siempre se roba las miradas de quienes andan cerca cada que pasa por el Valle de Toluca. 

Así fue logrando el crecimiento de la empresa, pues además de esas primeras rutas, logró incursionar en la proveeduría automotriz y ya viajaba hacia Querétaro y a Nuevo Laredo.

En 2007 consiguió uno de los grandes hitos en esta historia que casi cumple un cuarto de siglo. En ese año, por primera vez, pudo comprar cinco camiones juntos. El crecimiento de una flota cada vez más joven se le posicionó como un objetivo.

Sin embargo, un año más tarde Autocarga Pelusqui estuvo a punto de quebrar. Decisiones urgentes y extremas fueron fundamentales para corregir el camino y salir adelante en medio de acaso el peor momento de la empresa. 

Lo que sí, dice con firmeza su fundador, es que las decisiones importantes de cualquier compañía se dan todo los días y en cualquier momento, ya que el camino al éxito y su consolidación se logran con constancia, tomando decisiones, revisando y, de ser necesario, corrigiendo.

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Ahora, todavía en medio de la pandemia, la historia que inició con un joven emprendedor y un operador se ha convertido en una de las empresas más icónicas del Valle de Toluca y en todo el país. 

Autocarga Pelusqui emplea a 68 personas, cuenta con una flota de 50 vehículos de diferentes clases, 150 remolques y dos patios, uno en Toluca y uno más en Nuevo Laredo. 

De hecho esta última ruta es la más importante para la empresa, pues a través de esta frontera intercambian mercancías con Estados Unidos.

En 2022, Autocarga Pelusqui cumplirá 25 años y David Aceves confía en que seguirán escribiendo esta historia hacia un camino de rentabilidad, tenacidad, seguridad y eficiencia, ahora en la denominada nueva realidad.