Cristina Fernández firmó el acuerdo luego de que Brasil y México acordaran en marzo pasado limitar su intercambio comercial de automóviles y definieran los montos específicos que serán aplicados por tres años. Para lo anterior, Brasil y México suscribieron un protocolo temporal que está vigente desde el pasado 19 de marzo.

«No se ajustó a lo establecido» y «constituye una violación grave» del ACE 55, suscrito en 2002 entre México y los países del Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con Venezuela en proceso de adhesión”, dice el documento argentino.

Según ese acuerdo, «sólo se puede alterar su alcance siempre y cuando comuniquen dichas modificaciones y alteraciones acordadas entre ellos a las demás partes signatarias», señala el decreto.

«Ello supone una violación a los procedimientos prescritos, viéndose la República Argentina privada de efectuar las objeciones que por derecho le corresponden», agrega la medida.

El protocolo entre Brasil y México constituye así «una amenaza de daño grave, inminente e irreparable a los fabricantes de productos automotores argentinos, afectando al desarrollo de las inversiones presentes o futuras del sector en el territorio de nuestro país», agrega.

La resolución recuerda además que el ACE 55 establecía los plazos para la implementación del libre comercio en el sector automotor y promovía la integración y complementación productiva de sus sectores automotores.

Las condiciones establecidas para el comercio entre Brasil y México comportan un «indudable impacto sobre el Acuerdo en general, que desvirtúan de manera esencial el objeto y fin de los entendimientos» y tienen «un impacto significativo en las corrientes de comercio» en la región, dice el  documento.