La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) indicó que la reducción de actividades en plantas al mínimo por el COVID-19 tendrá un impacto sin precedentes, por lo que hizo un llamado a las autoridades del país para implementar soluciones que contrarresten los efectos. 

Al realizar paros técnicos –con el objetivo de reducir las actividades al mínimo y proteger la salud de los colaboradores– tendrá una caída tanto del mercado interno como el de exportaciones, sin precedentes, en toda la historia –de más de 90 años– del sector en México”.

AMIA

Añadió que la crisis por el Coronavirus traerá reajustes de la planta productiva en la industria, que hoy constituye cerca de 980 mil empleos directos y de la que dependen poco más de 3.6 millones de mexicanos.

La AMIA urgió –a nombre de las armadores, distribuidores y proveedores– que durante el periodo de contingencia las autoridades implementen una política fiscal para apoyar a los colaboradores afectados por los paros técnicos con créditos fiscales por un monto equivalente al 50% de sus salarios.

Acordar con las autoridades estatales la aplicación de tasa cero de impuesto a sueldos y salarios mientras perdure la crisis y apoyar con becas a los obreros que sean separados de su trabajo en tanto se recuperan los niveles previos de producción previos a las crisis. 

Además, acelerar la devolución del IVA, posponer los términos para la declaración anual de impuestos, reanudar la compensación universal y acelerar la depreciación de activos con el fin de promover las inversiones. 

En comercio exterior, la AMIA propuso reconsiderar la fecha de la entrada en vigor de las Reglamentaciones Uniformes y la Regla de Origen Automotriz del T-MEC hasta el 1 de enero de 2021, con el fin de darle tiempo a la industria para implementar las medidas de esta nueva reglamentación. 

Asegurar la operación continua de las aduanas para garantizar el flujo de las mercancías de importación y exportación. 

Y medidas regulatorias a la importación de vehículos usados e ilegales, los cuales, consideró la AMIA, son de alto riesgo para el círculo de valor de la industria. 

El organismo solicitó apoyo financiero a la cadena productiva a través de créditos blandos a pequeñas y medianas empresas de la cadena de proveedores –pertenecientes al sector manufacturero– con el fin de estabilizar la operación de quienes suman alrededor del 85% de empleos que genera la industria en el país.

Finalmente, la AMIA pidió incentivos para la reactivación del mercado interno, como incrementar la deducibilidad en el Impuesto Sobre la Renta hasta 350 mil pesos en la adquisición de vehículos y exentar al menos un año del pago del ISAN.

Es importante contar con medidas a corto y mediano plazo, por lo cual proponemos firmar un Acuerdo Nacional entre el sector y el Gobierno para que en conjunto podamos hacer frente a esta recesión global y nacional detonada por el COVID-19”, concluyó.

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