En el autotransporte es muy común que los operadores elijan este oficio por el salario, pues a diferencia de lo que podrían ganar haciendo otra cosa, en este trabajo hay posibilidad de obtener una remuneración muy por encima de la media nacional.
Sólo para dimensionar, el salario promedio de un operador que va iniciando y hace pocos viajes puede oscilar entre los 15 mil pesos mensuales, considerando bonos, incentivos y kilómetros recorridos, lo que estaría prácticamente al doble de lo que se gana con un salario mínimo.
Sin embargo, también hay operadores que ganan 30, 40 ó más de 50 mil pesos mensuales, de acuerdo con su antigüedad, bonos y, por supuesto, el kilometraje acumulado, de tal manera que, para algunos, esta opción sigue siendo rentable.
Pero para otros la realidad es distinta, ya que hay registros de operadores que ganan, incluso, menos de 10 mil pesos mensuales, lo que sin duda podría ser considerado como “mala paga”, pues la responsabilidad y el riesgo son mayores.
Un sondeo realizado por TyT entre operadores profesionales de carga dejó ver que sí hay una perspectiva salarial para entender el creciente déficit de conductores, ya que sobre todo en segmentos informales, la remuneración recibida no corresponde al trabajo realizado.
Esto quiere decir que de acuerdo al nivel de riesgo, al tamaño de la responsabilidad y, sobre todo a las largas jornadas de trabajo -que en muchas ocasiones son semanas o hasta meses fuera de casa- la remuneración no es la adecuada, y esto provoca que muchos conductores prefieran dedicarse a otra cosa o buscar una mejor oferta laboral.
Ricardo González, operador con más de 20 años de experiencia, explica que ha visto a muchos colegas dejar este oficio justamente por el tema salarial, ya que las condiciones laborales, específicamente por la remuneración, no eran las más justas, además de que en términos generales resultó ser un trabajo cuyo riesgo no lo valía.
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“A muchos colegas les tocó la mala paga, y pues está difícil, ya que todos nos arriesgamos mucho y no tenemos días de descanso fijos, ni una jornada laboral de ocho horas diarias; al contrario, estamos al pie del cañón los 365 días, y es por eso que al menos en la parte económica, debería ser más pareja, sobre todo para los que ganan menos; este trabajo sin duda lo vale”, señaló.
En sentido inverso, cada vez son más las empresas transportistas que valoran tanto la parte económica como la parte integral, ya que saben que los operadores son la parte más valiosa de la empresa, pues son los que se arriesgan en la carretera y pueden sufrir un accidente, un robo o incidentes mucho peores.
Es así como retener talento al volante sin duda tiene mucho que ver con el dinero, pero no lo es todo, ya que los buenos operadores también están buscando buenas prestaciones, un trato respetuoso, acompañamiento psicológico, asesoría nutrimental y mejor infraestructura en sus lugares de trabajo.
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