Con el objetivo de satisfacer la creciente demanda de unidades y aprovechando la mejor perspectiva de la cadena de suministro luego de la desincronización a causa de la pandemia, Volvo Buses informó que incrementará la producción de su planta en Tultitlán, Estado de México, al pasar de tres a cuatro autobuses integrales al día.
Al respecto, Rafael Kisel, presidente de Volvo Group México, compartió que desde 2019, ésta es la primera vez que el complejo industrial de la compañía opta por llegar a las cuatro unidades diarias, pues los pedidos de cara al próximo muestran una tendencia muy positiva en línea con la recuperación progresiva que ha experimentado el mercado de pasaje.
Tras el buen panorama que presenta la industria en territorio nacional, el directivo confía en mantener este ritmo de producción de cara a los próximos meses.
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El directivo añadió que la firma sueca prevé cerrar 2023 con la comercialización de 1,000 unidades de los diferentes segmentos en los que participa. Mientras que para 2024, la meta es superar los 1,100 autobuses facturados, al momento, dijo, ya tiene pedidos fincados por 700 vehículos para el próximo año.
Por otro lado, Kisel destacó que, desde hace 15 años, Volvo Buses México exporta con éxito unidades a Estados Unidos y Canadá; en 2023, detalló, concluirá con más de 70 autobuses, mientras que la meta para 2024 es duplicar esta cifra.
Otra de las prioridades de la firma sueca es brindar el soporte adecuado a las unidades que siembre en el mercado, de ahí la relevancia de contar con una red de distribuidores sólida para brindar un óptimo soporte postventa.
En este sentido, destacó también la iniciativa de los puntos de servicio propios repartidos a lo largo del territorio nacional. A la fecha, expresó, cuentan con nueve de estos centros de atención y, antes de concluir el año, tienen la meta de abrir uno más en Tijuana, mientras que el objetivo hacia 2024 es poner en operación otros cinco.