Los conductores de autobuses con sistemas autónomos mostraron un alto nivel de aceptación ante esta tecnología, argumentando, entre otras cosas, un entorno de trabajo mucho más seguro, reveló un estudio realizado por Volvo Buses y Universidad Tecnológica de Chalmers en Suecia.

En 2018, Volvo Buses presentó su primer autobús eléctrico autónomo. Desde entonces, se han realizado varias pruebas exitosas y demostraciones en vivo, incluida una con la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur. 

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No obstante, todavía hay muchos otros aspectos que deben tenerse en cuenta cuando la automatización se hace cargo del control y la toma de decisiones de un vehículo. En este sentido, Volvo Buses está a la vanguardia de la investigación en esta área y trabaja en estrecha colaboración con el mundo académico y otros socios.

Como parte de su trabajo de desarrollo e investigación sobre automatización, la firma sueca pone a prueba un sistema para ayudar al conductor en situaciones que requieren alta precisión y seguridad, como acercarse y detenerse en una parada de autobús.

El sistema regula la velocidad del autobús y lo dirige automáticamente, lo que permite al operador concentrarse en lo que sucede alrededor de la unidad.

“Las situaciones de tráfico complejas imponen grandes exigencias a los conductores de autobuses de hoy en día. Con la tecnología de conducción autónoma, existen nuevas oportunidades para crear soluciones que simplifiquen su trabajo. En Volvo Buses, creemos que es muy importante involucrar a quienes utilizarán la tecnología en las primeras etapas de su desarrollo. Nos permite averiguar cómo responden y si es algo de lo que creen que pueden beneficiarse ”, expresó Joakim Jonsson, director de proyectos de proyectos de investigación autónomos en Volvo Buses.

En el estudio científico, los investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers investigaron cómo reaccionan los conductores a los sistema autónomos.

Diez operadores realizaron un total de 250 acercamientos autónomos en una parada de autobús mientras eran filmados para ver si su atención y movimientos corporales cambiaban con el tiempo. De igual forma, respondieron a varios cuestionarios y fueron entrevistados tanto antes como después de conducir.

“El estudio reveló que ven muchos beneficios potenciales para el sistema. Una es que el acercamiento a la parada de autobús se vuelve más fácil y preciso. Cuando los conductores no tienen que concentrarse en estar a la distancia correcta del pavimento, pueden prestar atención a las cosas que aumentan la seguridad de los pasajeros tanto dentro como fuera del autobús. Varios conductores también creen que el sistema puede contribuir a una mejor ergonomía con menos tensión en el cuello y los hombros”, detalló Mikael Johansson, quien está investigando la comprensión del usuario de los vehículos autónomos en Design & Human Factors en la Universidad Tecnológica de Chalmers.

Adicional a este estudio, Volvo Buses realiza otro con los pasajeros y sus experiencias con los autobuses autónomos.

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“Muchas ciudades están creciendo y para enfrentar los desafíos que esto conlleva, debemos contar con transporte público, infraestructura y planificación urbana que sea sustentable, seguro y eficiente. Estudios como este brindan información importante sobre nuestro trabajo para desarrollar soluciones sustentables”, precisó Anna Westerberg, presidenta de Volvo Buses.