Luego del golpe que supuso de la pandemia para la movilidad en todo el mundo, la consultora Arthur D. Little realizó un estudio para entender qué ha representado la crisis sanitaria para los sistemas de transporte y cómo se puede avanzar a modelos más sustentables.

En el marco del 12º Congreso Internacional de Transporte y Movilidad (CIT) de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Rodolfo Guzmán, Managing Partner de Arthur D. Little en Latinoamérica, presentó los hallazgos centrándose en tres preguntas clave:

  • ¿Qué nuevos patrones de movilidad esperamos ver en el mundo post-COVID?
  • ¿Cuáles son las oportunidades al replantear los sistemas de movilidad para que sean más sustentables, resilientes y centrados en las personas?
  • ¿Cómo pueden los operadores de transporte y proveedores de servicios de movilidad adaptar sus ofertas y modelos operativos para satisfacer las necesidades post-COVID y aumentar la resiliencia?

Nueva normalidad, nueva movilidad

El estudio reconoce que en la pandemia acentuó la preferencia por el uso del automóvil individual; de hecho, en la nueva normalidad, se prevé un aumento del transporte individual motorizado. La disminución en la participación del transporte público masivo, abrirá la oportunidad para otras modalidades como el ciclismo.

Si bien la movilidad compartida –los servicios de transporte bajo demanda por plataforma– tiene oportunidad para colocarse en la preferencia de los usuarios, aún hay incertidumbre pues el estudio demuestra que sigue siendo un servicio con demanda muy esporádica en la mayoría de las regiones del mundo.

Otras tendencias que cambiaron y se prevé influyan en la oferta y demanda de servicios de transporte y movilidad son: el home-office, la digitalización de los servicios, crecimiento de la demanda de distribución de eCommerce, conciencia de la seguridad en los viajes, por mencionar algunas.

A ello se le suma la transformación de las ciudades, con a aceleración de ciudades multipolares.

El rol de las autoridades

Ninguna transformación sería posible sin la participación del Gobierno. Rodolfo Guzmán recomendó que las autoridades deben actuar proactivamente, formulando regulación de espacio urbano, del mercado y los modos de transporte masivo; sí, pero, de cara a un nuevo paradigma, también facilitando la infraestructura física y digital, promoción e incentivos para la demanda, y promoviendo plataformas colaborativas e innovación.

Hay tres aspectos que los Gobiernos deben considerar en el nuevo planteamiento de las ciudades y la movilidad:

  • Tener visión de sistema: desde la planificación, ejecución y financiamiento.
  • Colaboración: fomentar la innovación a través de las sinergias público-privadas en materia de tecnología y modelos de negocio innovadores.
  • Modelo de gestión unificado: más allá de los Mobility as a Services (MaaS) que permita optimizar flujos y activos en tiempo real.

Modelo operativo resiliente

Ante un contexto de incertidumbre, se vuelve indispensable adaptar la oferta comercial, poniendo al centro la experiencia del cliente para ayudar a recuperar su confianza. Conocimiento, comunicación e interacción con los usuarios es la recomendación en este renglón.

Asimismo, se debe acelerar la digitalización tanto de las ofertas como de las operaciones. También, implementar métodos mejorados de gestión de crisis para anticiparse a riesgos y crear agilidad.

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