La historia de Transportes Guadalupe nos remite a Raúl Ayala, operador de nacimiento. Su abuelo y su padre también eligieron el volante como estilo de vida y eso permeó a la tercera generación y fue justo por eso que el papá de su papá le enseñó a manejar desde los ocho años, cuando se fue a vivir con él

No le gustaba la escuela y siempre prefería subirse al camión con su abuelo, y por más que le insistían nomás no le entraban las clases de la primaria ni de la secundaria. 

Le lloraba a su abuelo para que lo dejara acompañarlo en sus viajes. 

-No, pero se va a enojar tu abuela.

-Pues no le avisamos. Ándale. 

Y se salía con la suya. Ya cuando vieron que lo suyo no era la escuela, le dijeron que debía ponerse a trabajar, así que se puso a hacer de todo, hasta que tuvo edad y consiguió trabajo como operador en una empresa local en Ensenada, Baja California.

Aunque su familia es oriunda de Michoacán, la gran mayoría radica en Ensenada y muchos se dedican al transporte, así que buena parte de su vida está en la frontera norte. 

Y mucho antes de fundar Transportes Guadalupe, tuvo que pedir trabajo en distintas empresas para seguir aprendiendo. Eso le permitió ganarse el oficio y, aunque un rato estuvo trabajando para su padre, siempre prefirió marcar su propio camino. 

Incluso se fue a probar suerte a Estados Unidos y de ahí juntó unos ahorros para pedir un préstamo y completar para comprar su propio tractocamión. Eso hizo y a partir de ahí a picar piedra. 

“Mi papá tiene camiones y mi abuelo también tuvo, así que yo pensé que ya era hora de decidirme. Y pues lo hice. No es que sea fácil, pero uno sabe que para crecer hay que seguir trabajando y aprender a administrarse mejor. Pero sí se puede”, afirmó. 

Y el nombre de la empresa fue tomado de su segundo nombre, además de que también es el nombre de su esposa y de su suegra. Todos son Guadalupe. 

Para su suerte, en cerca de 25 años que lleva manejando, no le ha tocado tener accidentes ni robos, pues en general ha tenido rutas locales, principalmente en Baja California. 

Ahora que tiene Transportes Guadalupe está construyendo su propio patrimonio, pues ya sus hijos alzaron la mano y, como suele suceder, también les gustan los camiones. 

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Por último, con la llegada de nuevas inversiones al país y con la tendencia del nearshoring, Raúl está ilusionado con la posibilidad de aprovechar las oportunidades que se van a generar.