El uso de herramientas que aporten información a los tomadores de decisiones es clave no solo para construir un transporte más eficiente y sustentable, sino también más rentable, señalaron expertos reunidos en el panel “Transporte de carga: De la logística a la sustentabilidad”.
Durante el XI Congreso Internacional de Ciudades y Transportes, los especialistas Julio Villalobos y Nicolás Domínguez Vergara, mencionaron que medir y conocer a fondo los procesos y los diferentes componentes de los vehículos permite optimizar su desempeño y obtener mejores resultados, pero no sólo en las unidades, sino también en los libros de contabilidad.
En este sentido, indicaron también que los transportistas en México y América Latina no adoptan tecnologías más limpias -entre sus principales causas se encuentra la falta de información sobre esas innovaciones-, lo cual afecta su eficiencia, merma su logística y obstaculiza el camino hacia la sustentabilidad,
Durante su ponencia, Domínguez Vergara, investigador de la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que en México se importa el 96% de la tecnología, de acuerdo con la Academia Mexicana de Ciencias. En este contexto, explicó que el código computacional para medir el consumo de diésel de vehículos pesados no funciona de forma óptima para el caso mexicano, y subrayó que diversos actores del sector han expresado esta situación.
Por ello, en conjunto con los también académicos José Luis Pantoja Gallegos y Daniel Domínguez Pérez, está desarrollando un software para medir el consumo de combustible en dichos vehículos, el cual permitirá calcular las emisiones de CO2, así como diversos indicadores como el consumo específico, potencia, torque y fuerza aerodinámica, entre otros.
Indicó que es común que ante el alza de precios en los combustibles, las empresas transportistas realizan sobrecargas y castigan los salarios de operadores, sin embargo, conocer estas mediciones les permitirá tomar mejores decisiones para eficientar la operación, incrementar la rentabilidad al disminuir costos e incluso cumplir con las regulaciones ambientales.
El investigador académico señaló que esta herramienta para evaluar consumo de combustible y emisiones de GEI de vehículos pesados, denominada CarrUAM, estará disponible a finales de este año, además de que se continuará trabajando en mejoras para conseguir una interfaz amigable y de fácil uso, además de una versión para smartphone, entre otras adiciones de elementos y criterios.
Señaló que si hay interés por parte de la Secretaría de Energía y se establece un convenio con dicha casa de estudios, se podría tener una herramienta de libre acceso, además de que podría incluso ser utilizada para la elaboración de normas (NOM) y transparentar y abrir al público los datos en los que se basan estas normativas.
Pruebas, claves para la eficiencia
Durante su ponencia, el investigador chileno Julio Villalobos abordó las estrategias y herramientas para la eficiencia energética en operaciones de transporte urbano de carga y explicó que el caso “Laboratorio de validación tecnológica del centro de transporte UNAB” es una muestra de cómo la información puede ayudar a identificar las innovaciones en diversos componentes de los vehículos de carga que pueden ayudar a optimizar el uso de la energía y la logística.
En este sentido, detalló que el experimento realizado para probar el impacto que diferentes componentes (como dispositivos aerodinámicos, el diseño de la cabina, la inyección de gas natural o de hidrógeno en el combustible, y el peso de la carga) tiene sobre la productividad, rentabilidad y sustentabilidad del transporte de carga.
Asimismo, destacó que llevar a cabo este tipo de pruebas proporciona aprendizajes e información, ya que permiten observar la realidad de las tecnologías en el mercado en el que se aplican, impulsar la aceptación e interés de la comunidad del transporte, justificar las políticas públicas y comprobar que los resultados obtenidos sean congruentes con las pruebas internacionales y referencia teóricas.
Villalobos señaló que esta práctica debe ser adoptada por gobiernos, así como por las empresas que comercializan estas tecnologías y por las que las adoptan, como las compañías transportistas, dado que aporta información y certeza sobre la viabilidad y conveniencia de adoptar una innovación.
Si quieres conocer más de este caso mira este video:
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