En tiempos en los que el ahorro y la eficiencia son más cruciales que nunca, implementar, mejorar o fortalecer un programa de mantenimiento preventivo podría ser un área de oportunidad importante para las flotas de autotransporte.

En el marco del Seminario Impulso Mobil Delvac, José Luis Muñoz Cuevas, experto en control de calidad y servicio técnico, realizó una serie de recomendaciones sobre este tema, a fin de contar con procesos más eficientes, rentables y seguros.

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Eso sí, aclaró, antes de poner en práctica estos siete mandamientos del programa de mantenimiento preventivo, el especialista hizo énfasis en tener claros los beneficios buscados: reducir el mantenimiento correctivo, mejorar habilidades del personal técnico, incrementar la confiabilidad de las unidades y conseguir mayores eficiencias.

1 Diagnóstico adecuado 

Identificar el tipo de operación (severo, medio o ligero) horas de operación o recorridos. Marcas, modelos, motores, características propias de cada unidad. Filtros, lubricante, aire, agua.

También es importante hacer una inspección visual, hacer una lista, luego revisión físico-mecánica y  determinar horas o kilómetros para el programa. 

2. Cómo implementarlo

Aquí es donde se desarrolla un protocolo, con hojas de instrucción que especifiquen qué hay que hacer y establecer un estándar.

Tener diagramas de flujo para describir el proceso de forma fácil y sencilla, para que cualquier persona pueda comprender la instrucción.

También hay que llevar registros, hacer mediciones, almacenar la información y llevar una calendarización muy puntual

3. Desarrollar y aplicar

Aquí lo más importante es definir qué, cómo, cuándo, en qué tiempo, con qué equipos o herramientas, quién lo va a hacer.

Para lograrlo siempre hay que tomar en consideración las recomendaciones del fabricante del equipo original, sobre todo para establecer los periodos de drenado de lubricantes, filtros y autopartes.

4. Control de programas de mantenimiento

Una parte medular es identificar y medir los costos y reparaciones, los tiempos improductivos y la periodicidad de cada vehículo según su tipo de operación.

5. Administrar resultados

Como es bien sabido, para mejorar hay que medir, y esos resultados deben ser gestionados para distribuir el trabajo, hacer proyecciones y materializar los ahorros.

6. Los operadores

Las técnicas de conducción son fundamentales para el cuidado de los vehículos. Y en este sentido, la capacitación, el seguimiento y la profesionalización de los conductores es parte de la diferencia entre un programa de mantenimiento preventivo exitoso o no.

7. Los lubricantes y el combustible

Si bien la tecnología de los motores evoluciona a pasos agigantados, de forma paralela también lo hacen los lubricantes y los combustibles, de tal manera que el experto recomendó dar puntual seguimiento al estado de estos fluidos de forma constante.

Específicamente en los lubricantes, pues no solo se trata de hacer drenados cada periodo, sino de hacer revisiones intermedias para confirmar que se encuentran en buen estado.