El Segundo Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llega en un contexto de crisis sanitaria, por la presencia del nuevo coronavirus que ha dejado más de 64,000 muertos, mientras que la economía del país se dirige a presentar su peor caída desde 1932. 

La realidad actual demanda, ahora más que nunca, la generación de confianza para la inversión y la creación de un plan integral que ayude a superar los efectos de la pandemia entre la población y actividades productivas, coinciden expertos. 

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El ambiente para el Gobierno de la Cuarta Transformación es retador. AMLO presenta su Segundo Informe de Gobierno pocos días después de que el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) difundió que el Producto Interno Bruto (PIB) de México se hundió 18.7% anual en el segundo trimestre de 2020, la mayor caída registrada para un trimestre desde que hay registro. 

Como toda crisis, sus efectos se dejan ver en el empleo. Entre marzo y julio, meses marcados por el inicio y posterior propagación de la enfermedad COVID-19 entre la población, se perdieron 1.1 millones de empleos formales, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

De cara al Segundo Informe de Gobierno, el Presidente de México estimó que sus obras insignia: el Tren Maya, la refinería en Dos Bocas, el Aeropuerto de Santa Lucía y el Proyecto del Istmo de Tehuantepec generarán 150 mil empleos este año. 

Adicional, estimó que en agosto se recuperarán 100 mil empleos formales eliminados ante el IMSS en meses pasados, por efectos del SARS-CoV-2 en las actividades productivas.

Sin embargo, José Luis de la Cruz Gallegos, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), sostuvo en días pasados que se requiere la generación de 200 mil empleos mensuales para quienes fueron despedidos y para atender la demanda de quienes se incorporan por primera vez al mercado laboral. 

Entre este Segundo Informe de Gobierno, que será entregado esta tarde al Poder Legislativo, y el documento entregado en 2014 por el antecesor de AMLO, Enrique Peña Nieto, hay entornos económicos y políticos a nivel local e internacional distintos que permitían avanzar al PIB de México. 

En septiembre de 2014, el mandatario priista informó a la nación de un crecimiento económico de 3.5% anual en el segundo trimestre y un incremento de 3.69% en la generación de empleos formales.

Hace 6 años, el precio internacional del crudo era de 95.96 dólares y la mezcla mexicana de exportación cotizaba en 92.7 dólares el barril, a más de la mitad de su precio actual; el tipo de cambio se ubicaba en 13 pesos por dólar, ahora el dólar interbancario cotiza en 21.90 pesos.  

La Cuarta Transformación llegó al poder con el objetivo de eliminar la corrupción existente en el sector público al ubicarla como una herencia de sus antecesores y como uno de los principales frenos para el desarrollo económico y social del país. 

El Segundo Informe de Gobierno expone hoy que la labor de AMLO debe ir más allá para centrarse en regresar la confianza a los inversionistas y en trabajar un plan de desarrollo integral, de forma coordinada con la iniciativa privada. Esas son las demandas constantes del sector productivo del país.  

El coronavirus no es el tema central de esta crisis económica, la debilidad ya venía desde 2019. Aquí hay dos puntos importantes que hacen falta: confianza al inversionista y una política que incentive la inversión e impulse la reactivación de las empresas”.

Humberto Calzada Díaz. Economista en Jefe de Rankia Latam. 

En entrevista para TyT, el analista refirió que se está ante una coyuntura atípica por la COVID, pues nunca se había presentado un paro para las economías, pero ya había un contexto para el caso de AMLO, y fue la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) de Texcoco, hecho que mandó una señal negativa para invertir en México. 

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A esto, dijo, se sumó la cancelación de la construcción de la planta de Constellation Brands, que si bien puede justificarse por temas ambientales, parece ser que tienen una mayor carga política.

Si AMLO se hubiera enfrentado al tema COVID-19 con una política económica adecuada, dando incentivos, estímulos y confianza, los efectos de la pandemia serían pasajeros. Los inversionistas no tendrían problema en continuar sus proyectos en el país”. 

Humberto Calzada Díaz. Economista en Jefe de Rankia Latam. 

El especialista subrayó que las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex) siguen acumulando bajas para la calificación, lo cual “arrastraría” a México en el tema de deuda soberana.

Por ello, sostuvo que el Gobierno de AMLO tiene que jugar un papel importante en materia fiscal y medir su política de austeridad, la cual es restrictiva, y consideró que es otro factor que ha detenido el crecimiento de la economía en México.

En línea, José Luis de la Cruz sostuvo que la calificación de la deuda soberana, la situación de Pemex y las finanzas públicas representan los mayores elementos de riesgo en una economía que vive su segundo año de tasas negativas de forma consecutiva.

El Segundo Informe también constituye la posibilidad de presentar una iniciativa de programa contracíclico que abra la posibilidad de evitar una mayor afectación al sistema social y productivo de México y con ello alcanzar una recuperación más rápida”. 

José Luis de la Cruz Gallegos, director general del IDIC.

El mensaje a la nación puede construir puentes de diálogo y concertación que se concreten con la presentación del paquete presupuestal y la puesta en marcha de un programa de infraestructura que tenga al contenido nacional, lo Hecho en México, como núcleo que acelere el crecimiento, concluyó el Director general del IDIC. 

Mientras las propuestas de acción inmediata para evitar una recuperación económica prolongada, de cinco años, tras una caída del PIB anual estimada entre 8.5 y 10% para 2020, al 31 de agosto México llegó a los 599,560 casos confirmados de COVID-19 y más de 64,000 defunciones por la enfermedad.