La importación de vehículos pesados usados se disparó 29.6% anual en febrero, se trata del mayor incremento en 13 meses, de acuerdo con información difundida por la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT). 

Durante el segundo mes del año ingresaron al país 1,055 vehículos pesados usados, desde 814 unidades reportadas en febrero de 2020. Esta alza de casi 30% es la más pronunciada desde enero de 2020, cuando la variación fue de 44.1 por ciento. 

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En su comparación mensual también representa un repunte importante, de 21.7 por ciento, después de dos meses consecutivos de caídas; en enero pasado la importación de usados se ubicó en 867 unidades. 

Por tipo de vehículo, en febrero ingresaron a México 321 unidades de pasaje consideras ‘chatarra’, cifra inferior en 103.2% a las importadas en igual lapso de 2020. 

La cifra contrasta con la caída anual de 23.5% en la venta de unidades de pasaje nuevas reportada durante el mes pasado. 

En el caso de los vehículos usados de carga, la suma fue de 714 unidades, 12.3% más que 12 meses atrás, detalló la ANPACT. 

En el primer bimestre del año, el número de vehículos pesados usados creció 16.9%, al sumar 1,922 unidades que representa la cifra acumulada de enero a febrero más alta desde 2014. 

Los datos muestran que, el transportista y las empresas no tienen incentivos adecuados, ni la certidumbre para renovar la flota, por lo que están optando por importar unidades chatarra”.

Miguel Elizalde, presidente Ejecutivo de la ANPACT.

Miguel Elizalde, presidente Ejecutivo de la ANPACT, recordó que en febrero “las ventas al mayoreo y la producción de vehículos nuevos, cayeron 8.2% y 19% respectivamente, mientras que la importación de vehículos chatarra que son contaminantes e inseguros, incrementó casi 30 por ciento.

En un comunicado, la ANAPCT expuso que el incremento de esta práctica que daña a la industria de pesados en el país deriva de distintos factores comoel tipo de cambio, precio del diesel, falta de incentivos competitivos por parte de la banca de desarrollo y la incertidumbre por el abasto de Diésel de Ultra Bajo Azufre (DUBA).

Sobre el último punto, Elizalde Lizarraga reiteró su llamado a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para armonizar la NOM-044 con la realidad energética del país.