Sin duda, la pandemia de COVID-19 modificó diversos aspectos de la vida cotidiana, el cómo trabajamos y cómo consumimos; también dio visibilidad a la importancia de la cadena de suministro y todos los que la hacen funcionar, quienes hacen posible que los productos estén en el momento y lugar que se necesitan.

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Consciente de estos cambios en el paradigma y de que los ejecutivos logísticos son parte fundamental de la cadena de suministro, #SoyLogístico Asociación reunió a los expertos en la materia para asesorar a los profesionales del sector sobre aquellas habilidades clave para su quehacer en el hoy y mañana.

Sobre el tema Exie Moscoso, Directora General del Instituto de Estudios de Posgrados en Comercio Internacional (IEPCI), señaló que la pandemia implicó un reto para los logísticos, obligándolos a desarrollar nuevas habilidades profesionales y personales.

Respecto al primero, dijo, se ha requerido el desarrollo de áreas de compras más inteligentes, de nuevas estrategias de entrega que garantizaran la seguridad e higiene de todos los involucrados en la cadena de suministro,  adaptar la tendencia del eCommerce lo más rápido posible y, desde luego, la sumarse a la digitalización.

Sobre el segundo aspecto, agregó que está influenciado por el aspecto profesional, que ésta obligó a desarrollar cuestiones emocionales como el trabajo en equipo, la resiliencia y ser más tolerantes con la gente alrededor, considerando especialmente que muchos logísticos se vieron obligados a trabajar desde casa, en un nuevo ambiente.

Por su parte, Manuel del Moral, Catedrático de la Universidad Iberoamericana, en el contexto de la pandemia, las habilidades suaves se hicieron más relevante en el perfil del profesional de la logística. “No solo se trata de ser el mejor técnicamente sino el mejor desde el punto de vista de las habilidades suaves, por qué no decirlo desde el punto de vista de la persona”, señaló.

Por ejemplo, los líderes que tuvieron la capacidad de acompañar a sus colaboradores durante la incertidumbre de la COVID-19, sí en un aspecto profesional pero también personal y emotivo; destacó como elementos fundamentales en el “nuevo mundo”: la capacidad del trabajo en equipo, la empatía, comunicación, intuición y asertividad.

El especialista destacó especialmente a la resiliencia como la capacidad de cambio y de actuar mejor en tiempos de coyuntura.

El mundo está cambiando y vale la pena que el ejecutivo logístico esté en sintonía con lo que el mundo está pidiendo”.

Manuel del Moral.

Sobre las habilidades duras, destacó la capacidad de adaptar los modelos de industria 4.0, internet de las cosas, blockchain y machine learning, en el día a día de la operación logística. Asimismo, los infaltables temas de planeación de demanda, modelación, gestión de inventarios y almacenamiento.

Finalmente, Alan Rodríguez, Supply Chain Sr. Project Manager de ElringKlinger, señaló que la pandemia colocó a los ejecutivos logísticos, que muchas veces están detrás de un escritorio planeando la estrategia, en la propia operación en sitio, poniendo de manifiesto la flexibilidad que estos profesionales requieren.

Necesitamos logísticos que estén dispuestos a ensuciarse la manos, a ponerse el chaleco, los lentes de seguridad, los guantes y empezar a aportar a la empresa”.

Alan Rodríguez.

Al igual que sus colegas, subrayó la adaptabilidad a la nueva normalidad como una habilidad necesaria en el nuevo contexto; así como la resiliencia en el liderazgo, como una forma calmada de reaccionar y generar confianza con los colaboradores.

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Con experiencia en México y Estados Unidos, destacó que en nuestro país las habilidades suaves han sido un diferencial en la operación de las empresas mexicanas. Los logísticos mexicanos han generado un sistema de empatía que impera en la toma de decisiones, debido a la preocupación de la gente; un aspecto relevante en la era COVID-19.