En entregas pasadas hemos hablado sobre presupuesto base cero, una transformación profunda en las proyecciones de 2021 y en la importancia de dar seguimientos puntuales y estrictos a las finanzas de una empresa. Y ahora es el turno del presupuesto flexible.

Para contextualizar, es importante recordar que al inicio de la pandemia, el flujo de efectivo fue el tema más importante, de tal manera que con miras hacia 2021, la continuidad del negocio será crucial. Justo aquí entra la consideración de realizar un presupuesto flexible.

Mauricio Jenkins, catedrático del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE) Business School, considera que la clave del presupuesto 2021 podría radicar en su flexibilidad y en justificar cada centavo de la compañía.

En entrevista para TyT, Jenkins recomienda hacer un presupuesto más corto, por ejemplo, semestral, ya que el flujo de efectivo dependerá de las acciones del corto plazo, y para esto, la proyección de ventas y gestión comercial serán actividades del día a día.

El tipo de cambio, el precio del barril de crudo, la proyección del producto interno bruto nacional y las elecciones en Estados Unidos seguirán siendo fundamentales para cualquier presupuesto, además de los estímulos –o falta de éstos– en materia principalmente fiscal.

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Tendencias como el arrendamiento y la retención de personal capacitado son fundamentales para el flujo de efectivo, que al final será la clave en la flexibilidad del presupuesto.

El especialista recomienda la constante capacitación del personal administrativo para que la base financiera y el correcto desarrollo del presupuesto 2021 lleguen a buen puerto. 

Además, el uso de tecnologías avanzadas para dar seguimiento puntual a cada rubro de la compañía también será un tema preponderante en la elaboración y seguimiento del presupuesto 2021.