Lo anterior ante el próximo cambio de gobierno. En conferencia de Prensa, Guillermo Rosales, director de Relaciones Gubernamentales de la AMDA, refirió que bajo los actuales indicadores demográficos y económicos del país podrían venderse anualmente más de 1.4 millones de vehículos ligeros, “esto significa que nos encontramos más del 40% por abajo del potencial».

Sobre el particular, Rosales indicó que el proceso de transición gubernamental ha iniciado con señales alentadoras, por lo que confió en que habrán de conservarse medidas de política pública que han demostrado su eficacia “tal es el caso de los esquemas de garantía crediticia operados por Nafin», pero también es el momento de innovar y corregir: “llegó el momento de resolver de una vez por todas el fenómeno de la importación de vehículos chatarra».

“Las grandes líneas esbozadas por el presidente electo, Enrique Peña Nieto, generan expectativas positivas para los distribuidores de automotores: fortalecimiento del mercado interno, crecimiento económico, abatimiento de la pobreza, respeto a las leyes; todos ellos principios básicos que se requiere concreter”.

No obstante, Guillermo Rosales advirtió que dentro del PRI siguen existiendo posturas retardatarias que al amparo de estrategias políticas promueven la regularización de carros chuecos, la eliminación de controles administrativos para la importación de vehículos usados y el cobijo a jueces dispuestos a vulnerar la legalidad.

El directive planteó la interrogante de si se privilegiará el “diálogo constructivo que propone el presidente electo Peña Nieto o el gobernador de Chihuahua, César Duarte, logrará la regularización de coches chuecos”.