Luego de colocar 900 unidades en 2022, con un fuerte impulso de los vehículos foráneos, Marcopolo vislumbra que en 2023 podrá alcanzarse un mercado total de autobuses en México de entre 5,200 y 5,400 unidades, universo del que la compañía brasileña prevé conquistar el 25% de participación.
Acerca de las principales acciones para este año, Pablo Mociño, gerente comercial de Marcopolo México, destacó el interés de la compañía por consolidar la Generación 8 de sus vehículos foráneos, la cual presentaron en la pasada edición de Expo Foro y seguirán impulsando en los próximos meses. De igual forma, hizo referencia a la actualización de algunas de sus unidades urbanas.
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En referencia a la actividad de su planta de García, Nuevo León, el representante comercial de la compañía brasileña expresó que comenzaron el año con varios pedidos, uno de los principales, dijo, es el de los 37 autobuses con chasis Volvo B8RLE destinados al Metrorrey.
A la fecha, el complejo industrial de Marcopolo México fabrica seis unidades diarias, ritmo de producción que les permitirá cumplir con los pedidos fincados hasta el mes de julio e incluso algunos otros para meses posteriores.
Expresó que el hecho de tener planeadas las entregas para los primeros siete meses del año, brinda gran certeza para los trabajadores de la planta y favorece una mejor organización para garantizar que los clientes puedan recibir sus unidades en los plazos acordados.
Luego de la flexibilización por la que Marcopolo México apostó desde 2016, Pablo Mociño comentó que el objetivo es seguir trabajando de la mano de los principales fabricantes de chasises en México, consolidando alianzas en las diferentes entidades del país, como la concretada recientemente con Volvo Buses en Nuevo León.
Destacó los beneficios de que los gobiernos apuesten por la adquisición de productos fabricados en México, pues su producción implica la creación de fuentes de trabajo para los mexicanos, además de la posibilidad de acceder a vehículos diseñados con base en los requerimientos propios del mercado nacional y, por supuesto, la seguridad de contar con todo el soporte de las firmas establecidas en el país a lo largo de la vida útil de las unidades.