En medio de un autotransporte cada vez más competido, la mejor forma de ofrecer algo diferente está en el servicio, consideró Valentín Flores, director general de Transportes Flores. 

Además, agregó, las exigencias de los clientes siguen aumentando y las flotas mexicanas se enfrentan a un reto importante: estancarse o crecer.

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Es por eso, dijo, que además de contar con un parque vehicular seguro y eficiente, operadores calificados y procesos robustos, la atención y el servicio a los usuarios es el principal diferenciador no solo en la nueva realidad, sino en los últimos años, en los que ha quedado claro que se trata de un factor muy apreciado por ellos. 

“No es fácil cambiar la cultura, pero es posible. La atención que le damos a un cliente desde que toma el teléfono o manda un mensaje debe ser de primer nivel: una comunicación clara, amable y precisa desde el primer hasta el último contacto es la principal recomendación”, señaló Flores. 

Para lograrlo, el directivo dijo que la capacitación es fundamental, ya que desde el área comercial hasta la operativa, los colaboradores deben ser motivados para cambiar la mentalidad del servicio.

“Más que  un servicio nos gusta pensar que ofrecemos una solución de movilidad. Y eso implica que los clientes sepan que si bien somos un proveedor, somos un aliado, ya que no solo queremos desplazar algo del punto A al punto B, sino ofrecer una experiencia distinta y 100% satisfactoria”, agregó. 

Los seguimientos, por otro lado, también son esenciales en esta forma de hacer las cosas, ya que la tecnología hoy permite tener esa certeza, sobre tiempos y formas en cada flete. 

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Esto se traduce en acompañar al usuario en todo el proceso, incluso en posibles servicios, ya que cuando un cliente está más que satisfecho con un proveedor suele quedarse con él, sugerir mejoras, proponer ajustes y hasta abonar con nuevas ideas para mejorar aún más en la atención.

“Todos los procesos son perfectibles. Y quién mejor que nuestros clientes para que nos digan qué podemos hacer mejor. Se trata de una evaluación constante, como un termómetros que nos va indicando cómo vamos y hacia dónde podemos dirigir los esfuerzos con el mismo objetivo: la satisfacción de nuestros clientes”, finalizó Valentín Flores.