“Contar con procesos claros, tecnología avanzada y un enfoque colaborativo con los socios de la cadena es fundamental para proteger el negocio y capitalizar las oportunidades que ofrece la IA, sin comprometer la seguridad”, compartió Mario Rodríguez de la Gala, Presidente de DHL Supply Chain México.
En una era en la que la revolución tecnológica impulsada por la Inteligencia Artificial (IA) está transformando las cadenas de suministro en todo el mundo, el directivo señaló que la ciberresiliencia debe ser una prioridad estratégica para las empresas logísticas que operan en entornos complejos e interconectados.
A través de un comunicado, DHL Supply Chain México señaló que el uso de IA generativa ha incrementado la sofisticación de los ataques: el 42% de las compañías registró un aumento en intentos de phishing durante 2024, y el costo promedio de una filtración de datos ronda los 4.9 millones de dólares, según IBM.
Además, el 54% de las grandes empresas identifica a los proveedores como la principal barrera para alcanzar la resiliencia cibernética, debido a la complejidad y la falta de visibilidad sobre sus posturas de seguridad, según el Global Cybersecurity Outlook 2025.
Ante este contexto, DHL Supply Chain sugirió que, para lograr una verdadera resiliencia cibernética, se requiere no sólo inversión tecnológica, sino también una cultura compartida de prevención, monitoreo y mejora continua entre todos los actores de la cadena.
La compañía agregó que el papel de la IA en la logística no se limita a la eficiencia operativa, sino que bien implementada, puede ser una herramienta clave en la detección de amenazas, el análisis de comportamiento, la automatización de respuestas y la predicción de futuros ataques.
“La ciberseguridad ya no puede depender únicamente de la reacción; debe volverse proactiva, integral y continua”, mencionó.
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El tema no es menor. DHL Supply Chain alertó que la creciente automatización, el uso de plataformas conectadas y el intercambio constante de datos amplían la superficie de exposición; a lo que se le suma la capacidad de los ciberdelincuentes para desarrollar malware adaptable, manipular grandes volúmenes de información y crear ataques personalizados con una precisión nunca antes vista.
“La inteligencia artificial está cambiando las reglas del juego. Ahora, el verdadero diferenciador será qué tan preparada está cada organización para navegar esta revolución sin perder de vista el riesgo más importante: el de no hacer nada”, concluyó la compañía.
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