Desde 1965, la familia Martos inició su travesía en la comercialización de vehículos pesados, año en el que instaló su base de operaciones en León, Guanajuato, para iniciar lo que décadas más tarde representa la principal área de acción de Grupo BACE.

Alfredo Martos, presidente de Grupo BACE, destacó en entrevista para TyT el crecimiento que su padre logró desde los primeros años de su labor, hasta que en 1969 inauguró Tractocamiones del Centro.

Para 1971 el ingeniero Martos contaba con un equipo de 25 colaboradores, número que 20 años después aumentó a 60, y hoy en día, tras la creación de Kenworth del Bajío en 2005, la plantilla laboral está integrada por cerca de 600 personas, quienes a diario ponen en marcha la gran maquinaria que conforma la operación de BACE.

Tras el fallecimiento de su padre en el año 2000, Alfredo Martos Gallegos quedó al frente de todos los negocios con el compromiso de seguir desarrollándolos, haciendo gala de la visión, ejemplo y pasión heredados por su antecesor, a quien actualmente sigue dedicando sus triunfos y aciertos.

Hoy en día, el dominio de BACE se extiende a través de ocho sucursales de Kenworth del Centro y siete de Kenworth del Bajío, las cuales están repartidas en las ciudades de: León, Irapuato, Zacatecas, Aguascalientes, Querétaro, San Luis Potosí, Celaya y San Juan del Río.

Una de las particularidades de este grupo empresarial es la filosofía y valores en los que está cimentada su operación, los cuales constituyen una “cultura corporativa verdadera”, manifestó Alfredo Martos. Dicha ideología se encuentra resumida en un pequeño manual que cada colaborador debe memorizar y traer consigo en todo momento, pues éste simboliza su brújula para resolver las situaciones que se les presenten tanto en sus actividades cotidianas como en su vida personal.

El directivo explicó que la adopción de esta cultura organizacional se dio en 2010, con el objetivo de que todos los que forman parte del equipo BACE estén alineados bajo los mismos principios, para que mediante su compromiso y pasión logren hacer se ésta, una de las mejores concesionarias del mundo, al tiempo que ellos, puedan desenvolverse como seres humanos de excelencia.

Añadió que cada uno de los colaboradores que conforman BACE está consciente del papel determinante de su labor para rebasar las expectativas de sus clientes y ayudarlos a cristalizar historia de éxito.

De igual forma, esta brújula marca el rumbo para que todos los integrantes del equipo se conduzcan con respeto entre sí a través del principio de hermandad, promuevan un espíritu de progreso, trabajen siempre en pos de la excelencia y demuestren su amor por el planeta a través del cuidado de los recursos naturales.

Martos comentó que en la búsqueda por resaltar el sentido de pertenencia de sus colaboradores, trabajó en conjunto con músicos y compositores para dar vida a un himno que exalta el orgullo de pertenecer a la familia BACE, cuyas notas son coreadas con emoción por los colaboradores de la empresa.