La Inversión Extranjera Directa (IED) totalizó 31 mil 621.2 millones de dólares el año pasado, cifra que representa un incremento de 8.7 respecto a 2020, refieren datos preliminares de la Secretaría de Economía (SE). 

Las cifras estimadas indican que de enero a diciembre de 2021 se captaron 31,621.2 millones de dólares, resultado de la diferencia de 45,084.9 millones registrados como flujos de entrada y 13,463.7 millones en flujos de salida. 

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Los datos publicados por la dependencia a cargo de Tatiana Clouthier son positivos para México, sin embargo, se mantienen por debajo de los 32 mil 921.3 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa reportada en 2019. 

La cifra preliminar registrada a la fecha para enero-diciembre de 2021 derivó de 3,801 sociedades con participación de capital extranjero; 5,435 contratos de fideicomiso; y 26 personas morales extranjeras. 

El 38.6% se trató de reinversión de utilidades por parte de los participantes; 43.7% emanó de nuevas inversiones; y 17.7% se trató de cuentas entre compañías. 

Por sectores destaca la atracción de inversión extranjera por parte de las manufacturas, con 39.7% del total; la minería captó 15.2% del total; y los servicios financieros y de seguros, 15.0%. 

La Secretaría de Economía también informó que 8.8% de la inversión extranjera provino del sector transportes; 8.5% del comercio; 5.2%, de los servicios de alojamiento temporal; y el resto de los sectores atrajo 7.6% del total. 

Estados Unidos se mantiene como el principal socio de México, con 47.5% de la inversión extranjera captada el año pasado; seguido por España, con 13.7%. 

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Canadá se ubicó en la tercera posición, con 6.5%; seguida Reino Unido, con 5.7%; Alemania, con 5.2%; y Japón con 5.0%, otros países aportaron el 16.4% restante.

Basada en el reporte preliminar del Gobierno, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE, expuso que la entrada de Inversión Extranjera Directa el año pasado podría tener explicación en las empresas que aprovechan la cercanía física entre México y Estados Unidos, activo valioso ante la guerra comercial entre ese país y China y ante los altos costos de fletes marítimos.

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