En la transformación de los negocios, las empresas deben saber que la innovación no necesariamente son nuevos productos, sino dar un nuevo valor agregado en la parte de servicio, señaló Gastón Cedillo, Director Técnico del Laboratorio Nacional en Sistemas de Transporte y Logística del Instituto Mexicano del Transporte (IMT).

De acuerdo con el experto en temas de logística y transporte, anteriormente se consideraba a un producto como una entidad física, algo por el que se paga y se entrega, con un determinado desempeño. Entonces, las organizaciones estaban muy enfocadas en la calidad de ese producto.

No obstante, las industrias fueron evolucionando, y el producto ahora incluye la experiencia de servicio. Lo que implica que la innovación se pueden dar en la parte de servicio. 

Entonces, estamos hablando de un producto en un sentido incluyente. Que la experiencia de servicio está en lo que el cliente está esperando”, explicó al participar en el webinar Innovaciones rápidas en logística: un mapa de ruta, organizado por The Logistics World.

El también Director del Equipo de Innovaciones Rápidas en Logística del (IMT) indicó que el consumidor no solo espera una entidad física con un servicio, sino también se relaciona mediante cómo percibe la marca que desarrolla ese producto y servicio. Incluso, ahora ya toma en cuenta la misión de esa empresa: su impacto económico, social y ambiental.  

“Y la empresa está dentro de esto a través de su marca, sus valores, y su modelo de negocio. Muchas veces hemos visto que distintas empresas están involucradas en temas controvertidos, y eso ha hecho que sus ventas bajen”, añadió.

Leer: Mantener el customer experience en el eCommerce requiere reconfigurar la red logística

El especialista consideró que esto permite que el consumidor, y posibles usuarios, sean atraídos. Y, en este caso, es una innovación cómo transmite ese valor al cliente y cómo lo comunica. 

Los pasos para impulsar la innovación

Gastón Cedillo señaló que ser primero en el mercado no es garantía de éxito total. Es muy importante el tiempo que se tome para salir al mercado con determinada innovación, pero también lo es la estructura que va a permitir el despliegue sostenido de la propuesta.

Para ello, el investigador con más de 20 años de experiencia en temas de logística, enumeró seis pasos:

Definir las necesidades de la organización y cuál es el valor agregado y cómo integrarlo. Sobre todo, cuáles son los drivers para invertir en las alianzas. Es decir, qué es lo que hace que el cliente compre un producto y siga haciéndolo. 

Mapear el ecosistema de innovación. Los negocios requieren saber cuáles son sus redes de colaboración y, con base en ello, identificar cuál es valor agregado que pueden aportar. Mapear ese ecosistema con base en colaboraciones previas e identificar cuáles son colaboradores valiosos y cuáles no están aportando.

Planear y priorizar. Sobre los aliados clave, saber qué se les puede ofrecer para que sigan involucrados con el negocio. Un ecosistema no se puede mantener con una comunicación esporádica. “Se requiere establecer claramente porqué están en nuestro ecosistema o nosotros en el de ellos, y entonces organizar un equipo, presupuesto, incentivos e indicadores”, detalla.

Construir. El especialista sugiere estructurar las comunicaciones para atraer nuevos aliados, como visitas a centros de investigación. La logística es un sector complejo, por lo que se requiere que los profesionales en la materia se nutran de otros miembros con nuevas ideas y retos.

Pilotear frecuentemente y ajustar. Una vez diseñada una potencial innovación, se debe hacer un prototipo, y llevarla en un esquema delimitado, para después probarla en la realidad. 

Leer: Logística, fundamental para la reactivación económica: UPS