Los ingresos del autotransporte de carga general cayeron 3.2% anual en octubre, el menor descenso desde que inició la racha de contracciones en abril de este año, de acuerdo con datos de la Encuesta Mensual de Servicios (EMS) publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La desaceleración de la economía, agudizada por la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos y sus efectos en generadores de carga como la actividad industrial, el consumo y la inversión, así como la incertidumbre generada en el entorno, se reflejan en los ingresos del autotransporte de carga por la prestación de sus servicios en 2025.

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Este indicador hiló en octubre siete meses de retrocesos y acumuló una caída de 1.7% anual frente a su desempeño en 2024, cuando creció 13.1% en el mismo periodo, de acuerdo con estimaciones propias.

En lo que respecta a los gastos, estos retrocedieron 3.7% anual en octubre, también a un menor ritmo que el descenso de 7.8% registrado en septiembre.

Con este comportamiento, los gastos de esta actividad económica sumaron igualmente siete meses consecutivos de caídas, muestran los datos del Inegi. En este rubro relevante para las finanzas del autotransporte de carga, la caída acumulada entre enero y octubre fue de 1.7% anual, en contraste con el crecimiento de 13.1% observado en igual periodo de 2024.

Este resultado confirma la estrecha relación entre la demanda de servicios y los costos operativos, ya que tanto los ingresos como los gastos acumulan un retroceso anual de 1.7%.

Altibajos de los ingresos

Desde la crisis sanitaria provocada por la pandemia en 2020, los ingresos del autotransporte de carga han atravesado tres periodos relevantes de contracción. En ese año, registraron una variación negativa de 11.8% entre enero y octubre.

Posteriormente, en 2023 retrocedieron 8.8% anual en el mismo periodo, luego de la recuperación observada en 2021 y 2022. Ahora, 2025 se perfila como otro año que obliga al autotransporte a reducir la velocidad, con números rojos en sus ingresos, de acuerdo con el Inegi.

  • 2020: Una caída del 11.8% derivada del cese de actividades no esenciales.
  • 2023: Un retroceso del 8.8%, tras el rebote experimentado en 2021 y 2022.
  • 2025: Marcado nuevamente por «números rojos» que obligan al sector a reducir la velocidad y ajustar sus proyecciones de rentabilidad.

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