La economía de México se contrajo 0.1% en 2019, luego de que en el cuarto trimestre retrocedió 0.3% respecto a igual lapso de un año atrás, se trata de su primer retroceso para todo un año registrado en una década, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

 

La estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) trimestral indica una fuerte caída en el sector industrial del país, la desaceleración del consumo y un debilitamiento en las actividades agropecuarias afectados, de acuerdo con analistas por la incertidumbre política y económica que se vive en México.  

 

Así, el presidente Andrés Manuel López Obrador arranca su primer año de gobierno con una caída de 1.7% en las actividades secundarias, un crecimiento moderado de 0.5% de las terciarias — servicios— y un crecimiento de 2.1% en las primarias, respecto a 2018, periodo marcado por la transición de administraciones. 

 

Leer: Estancamiento de la economía obliga al transporte de carga a bajar la velocidad

 

“A diferencia de (la crisis de 2009) , en 2019 la contracción del PIB se debió a factores internos, en gran parte asociados al  cambio de gobierno por la incertidumbre en el sector empresarial y la lenta ejecución del gasto público durante los primeros meses de la administración”, expuso Gabriela Siller, directora de Análisis Económico Financiero de Banco BASE.

 

Al interior a la estimación oportuna del PIB trimestral, difundida esta mañana por Inegi, se observa un retroceso de 1.5% anual para las actividades  secundarias, resultado con el que hilaron cinco trimestres de contracciones. 

 

En tanto, las actividades terciarias o de los servicios— con mayor peso en la economía de México— crecieron 0.1% anual, al mismo ritmo que el trimestre previo pero en su punto más débil desde la crisis económica de 2009. 

 

De acuerdo con Alejandro Javier Saldaña Brito, economista de Grupo Financiero Ve por Más, la fuerte desaceleración de las actividades terciarias se debió a un entorno de incertidumbre, elevadas tasas de interés y menor generación de empleo, que alteraron el consumo privado. 

 

Las actividades primarias o agropecuarias se desaceleraron a 1.9% anual, desde un incremento de 5.4% reportado entre julio y septiembre; sin embargo, crecieron a mejor ritmo que el 0.8% alcanzado en el cuarto trimestre de 2018. 

 

Las ventas al exterior del sector agrícola, así como el desarrollo de la agroindustria en México fueron factores que permitieron a las actividades primarias crecer más que el resto de la economía, añadió Saldaña Brito. 

 

En su análisis del PIB, Alejandro Stewens Zepeda, especialista de Scotiabank, expuso que, “mientras no se lleven a cabo acciones que fortalezcan la confianza y reduzcan la incertidumbre en torno a las medidas de política económica y la situación de inseguridad”, la economía de México continuará su debilitamiento. 

 

A esto se suman, dijo, las señales de debilidad de la economía de mundial, sobre todo en el sector industrial de Estados Unidos, principal socio comercial de México. 

La economía del país se estancó durante los últimos tres meses del año, frente al trimestre inmediato anterior, según la estimación oportuna. El dato final se difundirá el próximo 25 de febrero.