«Pasamos de comprar por precio a comprar por rendimiento por kilómetro», así explica Alberto Ortiz Mejía, Responsable de la Gerencia de Desempeño de Neumáticos y Lavado de Grupo CISA de qué manera la compañía ha logrado ahorrar más de 8.5 millones de pesos (mdp) en la compra de llantas en los últimos 18 meses.

Se trata de un ejemplo de cómo la tecnología puede transformar la operación del transporte público. En este sentido, Grupo CISA afirmó que gracias al uso estratégico de datos sobre el desgaste y vida útil de sus neumáticos, ha logrado generar los ahorros mencionados, sin sin comprometer la seguridad de los usuarios ni la eficiencia de la operación.

«Este cambio de mentalidad genera beneficios económicos, mejora la seguridad vial y contribuye a una economía circular al reducir desechos», dijo Alberto Ortiz Mejía.

Con una flota de 407 unidades BRT en la Ciudad de México y operaciones adicionales en Hermosillo, Querétaro, Puebla y Monterrey, Grupo CISA mantiene en circulación casi 13,500 neumáticos, de los cuales más de 3,800 se sustituyen cada año.

Ahora, bajo una nueva política de administración inteligente de neumáticos -basada en análisis de desempeño, segmentación por uso y renovación controlada- se ha implementado un modelo que maximiza cada llanta desde su compra hasta su disposición final.

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Ahorro en costos y mejora en sostenibilidad

De acuerdo con Grupo CISA, esta nueva estrategia en neumáticos no solamente ha representado un ahorro sustancial en los costos, sino que también ha permitido reducir accidentes viales, al aplicar estándares estrictos de medición, presión, temperatura y rotación de llantas. «Esto garantiza que los neumáticos estén siempre en óptimas condiciones para operar, especialmente en los ejes direccionales de los autobuses articulados del Metrobús», afirma la compañía.

Alberto Ortiz Mejía detalló que, cada neumático puede renovarse hasta dos veces antes de ser reciclado, duplicando o triplicando su vida útil sin comprometer la calidad. Al final de su ciclo, las llantas se envían a procesos certificados de disposición final, como el coprocesamiento en hornos cementeros o el triturado para uso en pisos industriales, carreteras y otros productos.

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«El secreto está en entender cómo, dónde y por qué se desgasta cada llanta. Esta información permite a CISA tomar decisiones operativas con base en evidencia: si el desgaste anormal proviene del estilo de conducción, se capacita al operador; si es una falla de mantenimiento, se corrige el proceso. Este enfoque preventivo y correctivo ha sido clave para mantener una operación eficiente, rentable y sostenible», añadió.

Con esta estrategia, Grupo CISA no solo reduce sus costos operativos, también fortalece su compromiso con una movilidad urbana más segura y sustentable. «La data se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar la vida útil de los recursos, proteger a los usuarios y cuidar el medio ambiente», concluyó Ortiz Mejía.

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