El complejo de General Motors en San Luis Potosí establece un acuerdo con CEMEX para que los residuos no reciclables puedan ser usados durante la elaboración del cemento, evitando el consumo de recursos naturales no renovables y generando energía.

Las instalaciones potosinas cuentan con un Sistema de Administración de Residuos para proteger al medio ambiente, el cual está soportado en cuatro conceptos: reducir, reutilizar, reciclar y re-educar. Con la puesta en marcha de estos principios han logrado el cero confinamiento de desechos, es decir, nada termina en rellenos sanitarios ni basureros.

Una vez que los residuos no pueden ser reciclados dentro de la misma planta, éstos son entregados a CEMEX para la elaboración de cemento dentro de sus hornos.

Los hornos cementeros operan con un avanzado sistema de control y cuentan con un potente sistema de filtrado y neutralizado de gases, lo que les permite aprovechar los residuos sólidos que ya no tienen posibilidad de reciclarse directamente. Además, permite la sustitución de combustibles fósiles y reduce la emisión de CO2, siendo una opción ambientalmente favorable.

Adicional a este acuerdo, CEMEX, a través de su planta Termoeléctrica del Golfo, proporciona energía eléctrica para la operación del complejo potosino de General Motors.

Gustavo Céspedes, Director de GM Complejo San Luis Potosí, destaca los esfuerzos que se hacen en la planta a su cargo para la conservación del medio ambiente, así como la relevancia que ha cobrado su alianza con CEMEX. “Este acuerdo nos ayuda a colaborar con un mismo fin, que es lograr la máxima eficiencia en el manejo de recursos para su máximo aprovechamiento y contribuir a la conservación de nuestro entorno”, señaló el directivo.