Si lo que busca el Senado de la República es el ordenamiento vial desde el autotransporte, la solución no está en prohibir el doble remolque o ninguna otra configuración, pues tanto las estadísticas como la realidad han demostrado que el gran reto está en la obsolescencia de la flota vehicular, pues hoy todavía circulan camiones con más de 40 años de antigüedad.

Así lo considera Enrique González, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), y agrega que usuarios y proveedores de transporte, así como autoridades y legisladores buscan lo mismo: caminos más seguros. Y la solución no está en la prohibición.

Luego del Foro en el Senado para debatir si se prohíbe o no el doble remolque, González Muñoz reiteró que, en efecto, lo más importante es salvar vidas, sin embargo, la prohibición del full no es la forma, además de que esto amenazaría la competitividad de la cadena de valor e, inevitablemente, complicará todavía más la movilidad.

“Lo que las autoridades deben considerar es que ya hay un marco regulatorio que establece las condiciones en que deben circular los camiones de carga; la NOM-012, 068, 087, pero no se cumplirán mientras sigan circulando vehículos obsoletos, peligros e inseguros”, dijo.

Por tanto, dijo, la Canacar seguirá dándole elementos al Senado para tomar la mejor decisión, pues no es necesariamente estar a favor o en contra del doble remolque, sino de la vida, de la competitividad y de la movilidad.

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“Una configuración vehicular no es ni la enfermedad ni la medicina. Lo que el autotransporte requiere es tener la posibilidad de renovar la flota, cumplir con las normas, una vigilancia más estricta y empresarios cada vez más profesionales”, dijo.