La pandemia de la COVID-19 ha afectado a la economía de Estados Unidos como ningún otro evento desde la Gran Depresión. Las normas estatales para que la población se quede en casa, el cierre de negocios y, en general, el distanciamiento social golpearon dramáticamente a todos los sectores, desde la manufactura hasta el gasto del consumidor.

Sin duda, en este efecto dominó, la industria del autotransporte también fue alcanzada. Y es que de acuerdo con la American Trucking Associations (ATA), este sector es la columna vertebral de la economía estadounidense, que se vale de sus 3.5 millones de operadores para entregar más del 71% de la carga, valuada en 10.4 billones de dólares al año y que genera 796,700 millones en ingresos brutos.

Con la declaración de emergencia en Estados Unidos el 13 de marzo, los cierres de las industrias no esenciales afectaron la demanda de servicios de transporte, que ya resentía la disminución de movimiento de productos y suministros provenientes de China.

Sin embargo, mientras la carga para determinados sectores se frenó, las compras de pánico de artículos básicos comestibles y de higiene, provocaron una sobredemanda de las flotas para reabastecer los estantes de las tiendas, hospitales y farmacias.

De acuerdo con el Índice de Recuperación de Carga de Camiones en la era de la COVID-19, elaborado por FTR Transportation Intelligence y Truckstop.com, entre el 13 y 26 de marzo el volumen de carga creció más del 30% –comparado con un periodo normal– en los segmentos de cajas seca y refrigerada.

Bob Costello, economista en jefe de la ATA, destacó que el tercer mes de 2020 se caracterizó por la gran discrepancia entre los tipos de carga, pues mientras los viajes para tiendas y grandes minoristas fueron cuantiosos, los registros de sus asociados fueron anémicos en otras cadenas de suministro, como las de combustible, restaurantes y la industria automotriz.

El panorama fue muy diferente hacia abril y mayo. En los primeros 10 días del cuarto mes del año, la demanda de autotransporte se mantuvo entre un 20 y 30% por debajo de los estándares normales; sin embargo, entre el 11 de abril y el 10 de mayo, la caída fue de más del 30 por ciento, según el Índice de Recuperación de FTR.

Avery Vise, Vicepresidente de Autotransporte de esta consultora, comentó que si bien la necesidad de reabastecer los estantes de las tiendas y el crecimiento del eCommerce proporcionó un breve impulso para algunos segmentos, el cierre económico afectó a todo el autotransporte, causando un daño que debilitó a la industria en los siguientes meses.

Para junio, a medida que los estados levantaron restricciones, la demanda de servicios se colocó entre el 10 y 20% por debajo de la época prepandemia y, para FTR, esto significó el incremento más alto para el sector autotransporte, considerando los volúmenes de carga, tarifas y costos.

“Si bien para los miembros de la ATA el desarrollo en junio fue el mejor desde enero de 2013, la ganancia sólida no fue suficiente para devolver el tonelaje a los niveles previos a la pandemia, pero está cerca”, señaló sobre el tema Bob Costello.

Para el autotransporte estadounidense, el verano trajo cierta estabilidad en la demanda, particularmente para el mercado minorista, aunque no tan favorable para la producción manufacturera y el servicio comercial internacional,

Según FTR, en el sexto mes del año, la demanda de transporte de carga logró alcanzar sus niveles prepandemia y, hacia principios de junio, se ubicó entre 20 y 30% por arriba del estándar. En julio, revela este informe, la necesidad de servicios se colocó 30% por encima del periodo normal, tendencia que ha mantenido durante agosto, septiembre y octubre.

La pandemia de la COVID-19 ha tenido un impacto sin precedentes en muchas partes de la economía, y el autotransporte no es una excepción”.

Bob Costello

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La venta de vehículos y el efecto COVID-19

Como un reflejo de la incertidumbre que los prestadores de servicio vivían en Estados Unidos, el pedido de camiones cayó 73% anual en abril y 44% respecto a las cifras de marzo de este año, siendo los resultados más bajos en la era moderna, según FTR.

La firma consideró que las flotas retrasaron sus órdenes hasta que la incertidumbre económica sobre la crisis COVID-19 disminuyera.

“A pesar de toda la calamidad económica y un número significativo de cancelaciones, los pedidos de Clase 8 lograron generar una ganancia en abril. La producción de los OEM se cerró la mayor parte de ese mes, pero la actividad de pedidos continuó. Todavía hay algunas flotas que necesitan camiones nuevos”, comentó Don Ake, Vicepresidente de Vehículos Comerciales de FTR.

El impacto fue mayor para el mercado de remolques en Estados Unidos, que tocó su nivel más bajo en 30 años, con la venta de solo 300 unidades en abril.

Los pedidos de equipo aliado cayeron 95% respecto a marzo de este año, y  98% comparado con abril de 2019.

Para FTR, las caídas se deben a que numerosas plantas de OEM se cerraron durante parte de dicho mes; algunas por razones de salud, otras por falta de órdenes y otras más por una combinación de ambas.

La reapertura de la economía estadounidense, que arrancó en mayo, trajo incrementos en la comercialización de unidades, con crecimientos mensuales del 61 y 1200% en los pedidos de camiones y remolques, respectivamente. La escalada continuó hacia junio, cuando alcanzó incrementos del 130 y 334% en el comparativo intermensual.

Sobre estas cifras, FTR señaló que la confianza de las flotas mejoró gradualmente a medida que la economía y la demanda de carga se recuperaron de las restricciones relacionadas con la pandemia.

Incluso para julio y agosto, el mercado estadounidense logró superar sus resultados de 2019, con crecimientos anuales que no se reportaban desde inicios de este año.

Para septiembre, con 32,000 unidades, las órdenes de camiones Clase 8 reportaron su segunda cifra más alta desde octubre de 2018, cuando la industria norteamericana contabilizó 43,000 vehículos. Mientras que la venta de remolques logró el mejor tercer mes en su historia, al contabilizar 52,000 pedidos.  Los resultados, señaló FTR, son reflejo de la renovada confianza de los autotransportistas y de la recuperación económica, las cuales llegaron a esta industria más fuertes de lo esperado.

Pronóstico con reservas

FTR destacó que el comportamiento positivo en la industria del autotransporte se debe a los estímulos que el Congreso de EU inyectó al sector de consumo, lo que ha impulsado el transporte de mercancías en cajas secas.

Para Avery Vise, no obstante, es preocupante que el apoyo financiero del Gobierno para la reactivación económica no sea suficiente hasta que una vacuna esté disponible. A pesar de ello, anticipa cierta estabilización para el sector, pues la demanda de autotransporte para reabastecer los inventarios minoristas continúa; sin embargo, los segmentos más especializados de la industria no se han beneficiado tanto hasta ahora.

La ATA, por su parte, prevé que para el último trimestre del año el sector de consumo de bienes se sitúe por encima de los niveles previos a la pandemia; aun cuando el de servicios continuará sin despegar.

“Si bien la economía no está en camino de volver a sus niveles de principios de 2020 en los próximos meses, la mayor parte del lastre está en los servicios. Cuando los consumidores no pueden gastar tanto en salir a cenar y en eventos deportivos, pueden hacer clic para acceder a más artículos para el hogar y ropa”, compartió la agrupación.

La ATA estima que los volúmenes de carga para el autotransporte caigan 8.8% este año en EU, y se recuperen en 2021 con un aumento del 4.9 por ciento.

En lo que respecta a la venta de vehículos motrices y de arrastre, Don Ake puntualizó que éste sigue siendo un entorno lleno de riesgos, y parte de esa incertidumbre se ha intensificado recientemente. Sin embargo, las tarifas de flete han mejorado, y los transportistas tienen tanto el dinero en efectivo como la confianza. Cuando se combinan esos dos factores, dijo, los pedidos tienden a aumentar.

El experto agregó que los últimos meses de 2020 serán fundamentales para las órdenes de unidades, que se comenzarían a entregar a principios del próximo año y, en general, el mercado tendría que ir mejorando en el transcurso de 2021.

Medidas extraordinarias

En respuesta a la pandemia, el Gobierno de Donald Trump declaró a este sector como una industria esencial para sobrellevar la emergencia sanitaria; además, instruyó a la Administración Federal de Seguridad de Autotransportistas (FMCSA, por sus siglas en inglés) a flexibilizar las normas de horas de servicio a operadores que transportan suministros de emergencia.

Asimismo, concedió la extensión de la vigencia de licencias de conductores comerciales, sus certificados médicos y de capacitación.