En tiempos donde la eficiencia y rentabilidad serán clave para una pronta recuperación del mercado y la economía, gestionar la seguridad en toda la cadena de suministro, sin duda, se convierte en un factor determinante para lograrlo. 

Es por eso que directivos de Mabe compartieron buenas prácticas alrededor de este tema, a fin de promover la mejora continua no solo en el transporte, sino en todos los eslabones de la cadena de suministro.

A través de un webinar organizado por la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), Alejandro Pérez, gerente de Seguridad Patrimonial Continental, y Ricardo Santana, gerente de Riesgos Continental, ambos de Mabe, explicaron parte de la estrategia de la compañía para gestionar y mejorar este tema.

El gran paraguas de este tema es la ISO-28000, certificación que establece los parámetros para una mejora en gestión de seguridad en toda la cadena de suministro.

Lo que busca esta certificación es establecer, implementar, mantener y mejorar un sistema de gestión de la seguridad de la cadena de suministro, así como garantizar que los riesgos sean gestionados de una forma adecuada.

Y esto igual aplica para proveedores y fabricantes, servicios, aduanas, vendedores, brokers, distribuidores, clientes, almacenistas y, desde luego, a transportistas.

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Antes de entrar de lleno a la recomendación de mejores prácticas para las flotas en esta materia, ambos directivos coincidieron en la importancia de identificar todas las posibilidades o probabilidades de factores que pudieran causar daño en cualquier eslabón.

Ahora sí, los directivos de Mabe hicieron esta lista de recomendacaciones para el autotransporte nacional, a fin de mejorar su gestión en la seguridad de la cadena de suministro.

+ Inspeccionar su parque vehicular y contar con certificado de mantenimiento, así como capacitación de sus operadores.

+ Auditar todos sus procesos periódicamente.

+ Cumplimiento normativo.

+ Monitorear las rutas y tiempos de conducción.

+ Evitar viajes nocturnos y carreteras federales.

+ Prohibir paradas no autorizadas y desviaciones de rutas.

+ Establecer viajes en convoy.

+ Establecer medidas de precaución al ingresar a ciudades (eliminar estribos, seguros puestos, vidrios cerrados, incluso considerar blindajes.

+ No abandonar la unidad.

+ Equipar las unidades con rastreo satelital tanto del vehículo como del remolque.

+ Establecer políticas de seguridad en la empresa.

+ Investigar todos los incidentes de la operación.

+ Considerar, a futuro, el uso de vehículos eléctricos.

+ Exigir a las autoridades vialidades en buen estado y con señalética adecuada.