Entre muchos factores, la pandemia del COVID-19 aumentó la demanda de frutas y verduras en todo el mundo. Mientras las personas cobran consciencia sobre la salud alimentaria y se quedan en casa, cambiar o mejorar hábitos alimenticios ha sido, sin duda, una constante durante la emergencia sanitaria. El consumo de manzanas no es la excepción.

Y en virtud de que Estados Unidos es el principal productor de manzanas en el mundo, platicamos con Juan Carlos Moreira, representante de los productores de Manzanas Washington en México, para que nos contara cuánto ha cambiado la cadena logística en los tiempos del coronavirus.

Para empezar, dijo, al principio de la pandemia la demanda en Estados Unidos aumentó considerablemente, de tal manera que hubo un flujo diferente hacia México, lo que hizo replantear y ajustar tanto las medidas como los viajes hacia acá.

Y si bien los productores en Estados Unidos no resintieron tanto el cambio de vida, pues, en general, se trata de familias que viven en zonas alejadas de la ciudad y con espacio suficiente para no padecer hacinamientos, sí tuvieron que hacer ajustes para cumplir con los lineamientos de las autoridades estadounidense y, por supuesto, con los nuevos estándares de exportación.

Como es el caso del transporte, donde tanto usuarios como proveedores de carga también echaron mano de recursos para garantizar el traslado seguro y eficiente de las manzanas de Estados Unidos hacia México o cualquier otro destino.

“Por un lado, se han cumplido con los lineamientos sanitarios de cada país, y específicamente en el abasto, la clave sigue siendo la cadena de frío, pues las manzanas deben viajar a cero grados centígrados desde la huerta hasta el punto de venta”, señaló el ejecutivo.

Esto, agregó, ha implicado cambios importantes en la cadena de suministro, pues las maniobras, cargas, descargas y procesos aduanales se hacen ahora bajo los parámetros de la nueva normalidad, pero al interior de los camiones y durante todo el viaje es fundamental garantizar la temperatura del producto.

Y solo por citar un ejemplo, cuando las manzanas llegan a la Central de Abasto de la Ciudad de México, los procesos de recepción también cambiaron, al igual que las medidas y la propia dinámica con los distribuidores.

Para evitar la conglomeración de personas y vehículos en el mercado más grande del mundo, Moreira explicó que los propios compradores cambiaron sus dinámicas, pues antes solían llegar unidades del centro y sur del país. 

Leer: Cómo llega una manzana desde la puerta hasta tu huerta

Hoy lo siguen haciendo, pero en menor medida, pues ellos mismos se han organizado para que un comprador adquiera el producto de otros y se los acerque al lugar donde radican.

“De esta manera, ellos mismos han tomado consciencia de no saturar un espacio caracterizado por la enorme cantidad de gente que venía a comprar. En tanto, los exportadores en este punto de venta, pues también están cumpliendo con los lineamientos sanitarios y se ha logrado solventar la demanda de manzanas en todo el país de una forma segura”, agregó.

En todos los casos, y considerando que la nueva normalidad no necesariamente cambiará radicalmente el proceso, los usuarios de transporte saben que más allá de los lineamientos sanitarios, la cadena de frío es la principal necesidad para el traslado de uno de los productos más consumidos en todo el mundo.