La continuidad en la aplicación de las vacunas representa una luz al final del túnel para la COVID-19 y, a la vez, una esperanza para reactivar la economía y el turismo. Por ello, las camionetas y/o camiones con cajas frigoríficas que trasladan las sustancias activas para tratar y prevenir el SARS-CoV-2, o para transportar cualquier otro tipo de mercancía que deba ser refrigerada, deben ser ahora custodiados bajo estrictas medidas de seguridad.

Ahora, estos vehículos son más propensos a ser robados y utilizados por los delincuentes para intentar cometer fraudes y comercializar vacunas apócrifas contra el virus.

El tema es grave. Hugo López Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, informó recientemente que se notificó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) sobre personas que se están haciendo pasar por empleados de la Secretaría de Salud y se presentan en diversas zonas del país como brigadas de vacunación contra la COVID-19.

En otros casos, para cubrir zonas del país, los delincuentes están utilizando camiones con cámaras frigoríficas —presumiblemente robados— con logotipos falsos de compañías privadas, como es el caso de la empresa farmacéutica Pfizer, con lo que se identifican como personal calificado para realizar la supuesta campaña de vacunación.

Es de suponerse que no habrá brigadas “particulares”. Hasta el momento, el Gobierno federal no ha anunciado nada semejante. Las vacunas no son auténticas, por muy reales que parezcan los vehículos que transportan esta anhelada carga. Por eso, es sumamente importante que se acerque a su socio de seguridad privada para prevenir el robo de este tipo de unidades especializadas, ya sea a través del uso de tecnología o de la implementación de nuevas medidas o procesos. 

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Algunas zonas rurales o semirrurales del país pueden ser más propicias para que la delincuencia haga de las suyas, por lo que no va a desaprovechar ninguna oportunidad para apoderarse de cajas frigoríficas, y se traslade a dichas áreas valiéndose de todas sus artimañas.

Una compañía de seguridad privada de calidad es, sin duda, el mejor aliado porque dispone de tecnología, recursos humanos y procesos para hacer frente a la delincuencia organizada que está al pendiente de las rutas y horarios de mayor tránsito en las ciudades por donde circulan los ahora tan codiciados “vehículos fríos”, tan necesarios para engañar a la gente en esta época de contingencia sanitaria.

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