Al momento de implementar un proyecto de electromovilidad, el vehículo es lo primero que se nos viene a la cabeza; sin embargo, no basta con ellos la puesta en marcha de este tipo de tecnologías en una flota.

Para Ricardo Cortázar, socio fundador de la consultora InnoTran, el pensar que los camiones eléctricos ya existe y que esa es una solución total para utilizar, deja de lado al resto de elementos que completan esta triada necesaria para estos proyectos, los cuales son: el proveedor de energía y las estaciones de recarga.

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El experto señala en entrevista para TyT comenta que considerar el abastecimiento de energía es fundamental, pues hay algunas empresas que quieren electrificar una parte importante de sus flotas; sin embargo, sus Cedis no necesariamente cuentan con la energía suficiente.

“Si hiciéramos un cálculo rápido y toda la flota se moviera a eléctrico, sin error, la CFE no tendría la capacidad de abastecer la energía que se requiere”, comparte.

Sin embargo, desde las trincheras de la consultoría para la adopción de vehículos eléctricos, Cortázar e InnoTran promueven la identificación del mapa de electromovilidad para cada compañía: dónde es viable, dónde no, en dónde conviene comenzar y dónde por lo pronto no es opción migrar a un esquema eléctrico.

El entrevistado reconoce que el abastecimiento eléctrico va a depender de la zona geográfica y de las capacidades de la red eléctrica con la que se cuente y, sino, se deberá apoyar con inversiones para acercar las líneas que permitan el despliegue de estos vehículos.

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Cortázar reconoce que la electromovilidad en México ha ido muy lento, pues en otros países se ha promovido el tema de las electrolineras y la infraestructura eléctrica para que al momento que llegara la tecnología vehicular, se lograra un despliegue más sencillo.

“Es una de las cosas que no ha sucedido en México. La cantidad de electrolineras son contadas y es algo que hemos ido lento versus otros países”, dijo.

El tercer elemento de este ecosistema –los vehículos–, el entrevistado comenta que los fabricantes ya están desarrollando en otras partes del mundo.

Este avance de la industria se ha dado en dos tipos de negocios, uno es el de los proveedores actuales; el otro,  es a través de las empresas nuevas, como Tesla, o aquellas que no se dedican al sector automotriz y tienen sus propios desarrollos, como Amazon.

Ricardo Cortázar precisa que una vez entendida toda la parte del ecosistema, es decir si para los vehículos disponibles hay proveeduría de la energía y estaciones, se debe armar un plan de ruta hacia la electromovilidad en el que haga sentido que ir implementando las tecnologías poco a poco.

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“Lo primero es hacer un estudio de su flota para identificar, por un lado la viabilidad económica, es decir en qué tipo de rutas, qué tipo de operaciones es viable las ofertas del mercado que existen”, dijo.

Agregó que tarde o temprano prácticamente todo se va a poder migrar a un esquema de electromovilidad y más en última milla; por ello, llamó a acercarse a empresas como Innotran para crear en conjunto el esta ruta y opciones de ecosistema.

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