En una industria donde el margen de ganancia es tan estrecho, en donde la eficiencia es una de las prioridades para que los tractocamiones rueden más y en mejores condiciones, hablar de empresas socialmente responsables podría parecer lejano, sin embargo, cada vez son más las compañías de autotransporte que han implementado estas prácticas que, además, han abonado a su rentabilidad.
Un caso de éxito se dio en Fletes Ávila, una empresa michoacana que hace siete años decidió dar este salto, y todo fue a raíz de un accidente que tuvo uno de sus operadores, debido a un tema de fatiga crónica, de tal manera que concentraron sus esfuerzos en construir un bienestar integral para todos sus colaboradores y también para el entorno.
El primer paso fue una inversión masiva y de largo aliento en la implementación de una estrategia de responsabilidad social empresarial para permear cada eslabón de su cadena de valor. El proyecto se estructuró en tres pilares fundamentales: el ambiental, el social y el de gobernanza.
1. Sostenibilidad Ambiental
Fletes Ávila entendió que su principal huella de carbono venía del consumo de diésel, de tal manera que comenzaron a renovar su flota con unidades de última generación con motores de bajas emisiones de diésel de ultra bajo azufre (UBA) y, más recientemente, incorporando camiones de gas natural comprimido.
También implementaron un software para gestión de rutas inteligentes, a fin de reducir el consumo de combustible, la cantidad de kilómetros recorridos y, en consecuencia, las emisiones.
Otra acción estuvo relacionada con la gestión de residuos, de tal manera que en sus centros de mantenimiento, establecieron programas de reciclaje de aceites usados, neumáticos y filtros, lo que redujo significativamente su impacto ambiental.
2. Compromiso Social
El segundo pilar se enfocó en el activo más valioso de la empresa: sus operadores. En este renglón iniciaron con una revisión de sueldos y prestaciones para garantizar que fueran competitivos, y ofrecieron bonos de productividad y seguridad.
Conscientes de la crisis de salud mental y física en el sector, crearon un programa de salud integral que incluye asesoría psicológica gratuita, chequeos médicos regulares y el desarrollo de un gimnasio y promoción de actividades físicas.
También establecieron una Academia de Operadores para la formación técnica y de seguridad, a fin de atraer nuevos talentos y profesionalizar su fuerza laboral.
Cada vez que la empresa transportaba ayuda humanitaria en caso de desastres naturales, cubría los costos y pagaba a sus operadores como si fuera una carga regular, fomentando así la solidaridad.
3. Gobernanza y Ética
La transparencia fue la clave para generar confianza, tanto interna como externa, así que también implementaron un código de ética estricto y un sistema de denuncias anónimas, tanto para actos de corrupción como para cualquier práctica ilícita.
Respecto a los proveedores, establecieron políticas de contratación justas y transparentes, para promover relaciones a largo plazo basadas en la confianza mutua.
Ventajas, Resultados y Proyecciones
Los resultados de esta transformación no tardaron en manifestarse, al grado de que, incluso, superaron las expectativas trazadas al principio de su implementación.
La inversión en tecnología y flota se tradujo en una reducción del 15% en el consumo de combustible en el primer año, además de que la reputación de la empresa atrajo a clientes de alto perfil, que exigían socios logísticos con políticas sostenibles, lo que les permitió acceder a nuevos mercados y aumentar su facturación.
Te recomendamos: ¿A qué se debe el creciente déficit de operadores? El factor de la inseguridad
La rotación de personal, por otro lado, disminuyó en un 40% en tres años. Los operadores, al sentirse valorados y seguros, se convirtieron en embajadores de la marca, lo que redujo los costos de reclutamiento y capacitación. Los incidentes de seguridad, tanto de robos como de accidentes, se redujeron significativamente gracias a los sistemas de monitoreo y la capacitación constante.
La empresa socialmente responsable se convirtió en un referente de calidad y ética y hacia el futuro, proyecta una transición completa a vehículos de cero emisiones, en la medida en que éstos sean una opción real para el país.
También planean expandir su «Academia de Operadores» para certificar a conductores externos, contribuyendo así a mitigar la escasez de talento en la industria.
Te invitamos a escuchar el episodio más reciente de nuestro podcast Ruta TyT:












