Tasa de interés baja, créditos blandos, e incluso préstamos a fondo perdido, son algunas de las peticiones que tiene el Hombre-Camión, que en México representan cerca del 70% de los permisionarios en el autotransporte federal.

Rafael Ortiz Pacheco, presidente de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (AMOTAC), señaló a TyT que el programa de “chatarrización” que permite cambiar una unidad vieja por una nueva no fomenta la renovación, pues es muy bajo el incentivo que otorga la Secretaría de Hacienda, “no sirve para nada”, señaló.

El llamado programa de chatarrización en más de 10 años sólo ha sustituido unas 30,000 unidades, cuando el estimado es renovar unos 15 mil camiones por año.

El representante de los pequeños transportistas dijo que el sector se ha visto afectado por la caída en el movimiento de mercancías, aunado al constante aumento en el precio de los combustible, su principal insumo, lo que les impide comprar un vehículo nuevo de contado.

“El problema es que las tasas de interés son muy altas, necesitamos créditos blandos o bien préstamos a fondo perdido”, dijo.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la edad promedio del parque vehicular en camiones pesados oscila en 17 años, y las ventas de camiones nuevos en el acumulado a mayo mostró un descenso del 19% al llegar a 12, 490 unidades, que según la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), se debe mucho por el ingreso de camiones usados de importación de Estados Unidos.

“Si el Hombre-Camión adquiere estos vehículos (importados), es porque seguramente son más accesibles a los que se venden en el mercado nacional”, refirió Pacheco.