¿Cuánto del desarrollo de un país está relacionado con sus actividades económicas?, ¿cuánto de éstas depende de condiciones mínimas de seguridad?, ¿hasta dónde se puede llegar si estos tres eslabones no están bien amarrados?

Si bien el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 de Andrés Manuel López pondera el bienestar y el ataque a la corrupción, las estrategias y renglones enfocados al autotransporte son apenas mencionados, sin detallar los cómos ni retomar las peticiones del sector.

Renovación vehicular, incentivos fiscales, financiamiento, seguridad carretera, una fiscalía especializada, mayor coordinación entre los niveles de Gobierno, profesionalización, marco regulatorio. Nada sobre estos temas.

La única mención al robo al autotransporte aparece en una estrategia enfocada a las alternativas para las familias cuyo ingreso depende de estas actividades ilícitas. Sin considerar, claro, que quienes roban al sector no son delincuentes menores: es crimen organizado, bandas con recursos, armas, inteligencia.

“Crear, de la mano de las dependencias encargadas de la política económica y social, alternativas económicas sostenibles para los hogares y comunidades que dependen del ingreso provisto por actividades ilícitas como el cultivo de drogas, la extracción y distribución ilegal de hidrocarburos, el robo de autotransporte, etc.”

Por otro lado, en cuanto a la Prevención Especial de la Violencia y el Delito, dijo que se trabajará en disuadir a los autores de conductas delictivas. “Se pondrá especial énfasis en el combate a los crímenes que causan mayor exasperación social como los delitos sexuales, la violencia de género en todas sus expresiones, la desaparición forzada, el secuestro y el asalto en transporte público”.

De hecho, mencionó que particularmente el robo al transporte público disminuirá 50% al término de su sexenio. 

Por último, reiteró la importancia para este sector a partir del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec: su eje será el Corredor Multimodal Interoceánico, que aprovechará la posición del Istmo para competir en los mercados mundiales de movilización de mercancías, a través del uso combinado de diversos medios de transporte. 

“En este marco se modernizará el ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca, para que puedan ofrecer servicios de carga, transporte, almacenaje, embalaje y servicios logísticos diversos; se fortalecerá la infraestructura carretera y de caminos rurales y la red aeroportuaria y se construirá un gasoducto para abastecer a empresas y consumidores domésticos”. 

A lo largo del recorrido entre ambos océanos se crearán zonas libres para atraer inversiones del sector privado, que serán dotados de infraestructura y se garantizará el abasto de energía, agua, conectividad digital y otros insumos básicos para cubrir las necesidades de las empresas y de la población trabajadora.