El 98 por ciento de los vehículos de transporte público de la Ciudad de México que fueron verificados y sancionados el año pasado por el Instituto de Verificación Administrativa (Invea), mejoraron su aspecto y funcionalidad debido al Programa de Inmovilización de unidades en mal estado.

Cuando un vehículo con desperfectos es detectado por verificadores del Invea, los dueños tienen un plazo de 30 días para reparar las condiciones físicas y mecánicas de sus unidades, sin el pago de la multa. Gracias a este esquema, el aspecto y funcionalidad de taxis, microbuses y camiones ha mejorado, informó la dependencia.

El año pasado fueron suspendidos 3 mil 193 unidades por circular en mal estado, de los cuales 3 mil 147 corrigieron los daños detectados en llantas, parabrisas, asientos, vestiduras, carrocería, sistema de luces, entre otros.

Sólo el 2 por ciento (46) incumplieron con dicho procedimiento, por lo cual se les aplicó una multa de 100 unidades de cuenta, además de que no se les entregaron sus documentos ni placas hasta que los desperfectos sean reparados.

Los ciudadanos pueden reportar al Instituto de Verificación Administrativa las condiciones de las unidades en las que viajan, a través de Twitter: @DENUNCIAINVEAMX; a la Secretaría de Movilidad: al teléfono 5209 9913, extensión 1354; o por Facebook en la cuenta Semovi_CDMX.

Los lugares que más incidencia de reporte generan es tomada en cuenta por las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México para desarrollar operativos de verificación.

El trabajo de las células de inspección consisten en detener a los vehículos para realizarles una revisión física y mecánica, cuyos datos son ingresados en una acta de verificación. Se les revisan frenos, llantas, ventanas, parabrisas, tableros de control, volante, carrocería y que las unidades no tengan modificaciones que afecten su buen funcionamiento.

Sí se les detectan desperfectos, se les informa a los conductores que sus vehículos no podrán prestar el servicio por un periodo que puede tardar hasta 30 días, tiempo en el cual podrán llevarlo a reparar al lugar de su preferencia. Se les colocan sellos de suspensión de actividades y se les retiran las placas.

Una vez reparados los desperfectos deben presentar un oficio en el que soliciten una nueva revisión de la unidad para constatar que fueron arregladas y con ello el retiro de sellos, así como la recuperación de sus placas.