Para muchos puede ser rutina, pero para otros quizá no. Revisar las llantas, por ejemplo, o el tanque de combustible son, sin duda, algunas de las acciones más recurrentes en cualquier conductor de cualquier tipo de vehículos. 

Pero cuando se trata de transporte, más que una recomendación, estas prácticas cobran mayor jerarquía y debieran ser parte de un protocolo perfectamente delimitado y cuyo objetivo siempre sea la seguridad, a partir de la prevención. 

Ante este escenario, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) enlista 10 puntos que cualquier conductor debe revisar antes de arrancar su vehículo, sobre todo si lo hará por carretera o si se trata de una unidad de transporte. 

  1. Funcionamiento de todos los indicadores y luces de advertencia. 
  2. Ruidos extraños en el motor, escape, llantas o chasis.
  3. Olores raros.
  4. Color de los gases productos de la combustión: blanco-baja temperatura o vapor de agua, azul-desgaste del motor y negro – mala combustión.
  5. Si percibe patinaje o cambios erráticos en su transeje.
  6. Mayor juego en el pedal del clutch o del freno.
  7. Si el volante incrementa su vibración o varía sensiblemente el esfuerzo para girarlo.
  8. Si la dirección se carga hacia un lado.
  9. Si al pasar algún tope el vehículo se mantiene oscilando.
  10. Si al aplicar los frenos se produce algún ruido extraño, se carga hacia algún lado o si el recorrido del pedal varía sensiblemente.
  11. Si el motor no tiene “fuerza” o no acelera.

Ante cualquier anomalía con estos 11 puntos, la CONUEE recomienda notificar al área de mantenimiento y, de ser necesario, esperar a que sea corregida cualquier desviación.

Asimismo, antes de poner en marcha el vehículo, hay que revisar posibles fugas, principalmente en:

  • Líquido de frenos. Amarillo claro o rojo, más viscoso que el agua (mancha abajo del motor).
  • Líquido de dirección hidráulica (“licuadora”.- Rojo, más viscoso que el agua (mancha abajo de la bomba de la dirección hidráulica).
  • Líquido de la transmisión mecánica.- Verde o amarillo, más viscoso que el agua (como miel) (mancha debajo de la caja de velocidades).
  • Líquido de transmisión automática.- Rojo, más viscoso que el agua (mancha debajo de la transmisión).
  • Luces.- Delanteras, cuartos, intermitentes y frenos.
  • Llantas.- Daños en las caras, el desgaste del dibujo, baja presión, rines dañados, etc. Juego de pedal de frenos y de clutch.
  • Accionamiento del freno de mano.

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