Muchos sabemos que el principal enemigo del sector transporte es el robo en las autopistas del país. Los datos oficiales de seguridad indican que los asaltos en las carreteras federales se dispararon en un 64% durante 2020, y que aproximadamente cada hora ocurren dos hurtos a vehículos de carga.
La situación es tan preocupante, que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) advirtió que varias industrias de alimentos y bebidas dejarán de surtir a los municipios más peligrosos del Estado de México, entidad que ocupa el primer lugar en número de atracos. Lo que pocos imaginan es que existe un aliado bastante eficiente que podría ayudar a obstaculizar los planes de los hampones ¿quién y cómo?
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Recordemos la intensa movilización policiaca tras el robo reciente de un camión cargado con microprocesadores en la carretera 57 de San Juan del Río, en Querétaro, que se ubica en una de las 10 entidades donde se concentra el 93% de los atracos al transporte de carga.
En esa ocasión, los elementos de seguridad privada que monitoreaban el traslado de la mercancía detectaron un cambio repentino de ruta y, dado su instinto y experiencia de que algo no iba bien, se enlazaron a la cabina y descubrieron que había un asalto en progreso, por lo que inmediatamente detuvieron la unidad mediante el sistema de bloqueo de motor instalado en la pesada unidad.
Esto permitió frenar el vehículo de manera inteligente y evitar que los hampones se dieran a la fuga, pues se encontraban en un tramo despoblado sin acceso a rutas de escape. Los cuerpos policiacos fueron desplegados a través de un operativo aparatoso que facilitó finalmente la captura de los delincuentes.
Gracias a la actuación oportuna de los guardias de seguridad privada que han recibido cientos de horas de capacitación y que tienen gran experiencia y “colmillo” en este sector, es que se logró evitar graves afectaciones económicas para la empresa transportista, en un sector donde diariamente se pierden 17 millones de pesos por el robo de mercancía.
