José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), sostuvo que “no es socialmente justo” que México sea uno de los líderes mundiales en producción y exportación de vehículos, mientras la población importa “basura” desde Estados Unidos. 

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Durante el panel titulado “Hacia un vehículo del futuro”, celebrado en la Reunión Anual de Industriales (RAI) 20202, manifestó que el país está ante la oportunidad de que la población tenga a su alcance vehículos ligeros y pesados nuevos para que no recurra a la importación ilegal de vehículos usados. 

México es el sexto productor más importante de vehículos en el mundo y el cuarto exportador mundial de autos, y eso nos impone una gran oportunidad y también una gran responsabilidad. No es socialmente justo ver cómo producimos autos para el mundo y aquí nos quedamos con autos basura”. 

José Zozaya, presidente de la AMIA. 

Explicó que la COVID-19 ha incentivado el uso más reducido de los vehículos; es decir, la población está evitando la utilización de transporte multitudinario por el riesgo de contagios. 

En este contexto, sostuvo que es muy importante el apoyo y los incentivos por parte de los gobiernos estatales y el federal, para que la población acceda a los vehículos que necesitan, e insistió “estos incentivos no son hacia las empresas, sino para la población”. 

Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), quien moderó el panel advirtió que la pandemia ha incrementado la importación de vehículos usados. 

El dato más reciente de la ANPACT refleja que por cada 100 autobuses nuevos que se venden en México, se importan 110 usados traídos desde Estados Unidos, unidades que tienen una edad de hasta 16 años.

Optimismo en Europa; incertidumbre en México 

Respecto a la recuperación de la industria automotriz en Europa, continente donde labora el CEO de la División Mobility de Grupo Saint Gobain, Houchan Shoeibi estimó que para 2021 la producción de autos en la Unión Europea se ubicará 10% debajo de los niveles de 2021, mientras que la recuperación tomará entre 2 o 3 años. 

El CEO en la empresa francesa dedicada a la producción de parabrisas para vehículos fue optimista, pues hay una recuperación rápida en las ventas favorecidas por los incentivos fiscales. 

Puso como ejemplo al Gobierno de Francia, donde acaba de implementar alrededor de 80 millones de euros para apoyar la electrificación, así como la renovación del parque vehicular y apoyar la innovación y modernización de la industria. 

Con este tipo de apoyos del Gobierno, dijo, Europa espera estar a la vanguardia en la conectividad y  electrificación de vehículos, y estos serán cambios rápidos en el mercado que se verán en los próximos cinco o 10 años. 

Para la conducción autónoma y la movilidad como servicio, evaluó que llevará entre 10 a 20 años, debido a obstáculos en su regulación, en cuanto a los modelos de negocio y la aceptación de la población.

En este punto, los líderes de la AMIA y ANPACT lamentaron que en México la situación sea diferente, en un contexto de incertidumbre ante una pandemia que no logra ser controlada y un Gobierno que se niega a dar apoyos para la renovación de vehículos. 

La recuperación ha ido poco a poco, se ha privilegiado la salud de los empleados. Tratando de recuperar la caída de las ventas de 30% nuevos ligeros, así como una cifra similar en la exportación. Si no se logra controlar la pandemia en el corto plazo, la crisis económica seguirá en el mismo camino”.

José Zozaya, presidente de la AMIA. 

Respecto a los retos de México para avanzar hacia el uso de vehículos eléctricos, autónomos y la conectividad, Houchan Shoeibi consideró que la infraestructura en México debe mejorarse de manera significativa.