Los sistemas de aire, combustible, enfriamiento y lubricación de un vehículo tienen por lo menos un filtro que les ayuda a prolongar la vida útil de la unidad, evitando el paso de partículas, impurezas y sustancias que dañan a los componentes.
La eficiencia de los filtros está definida por la calidad del papel filtrante con el que fueron elaborados. Los transportistas deben elegir el adecuado, es decir, el que les brinde un equilibrio entre eficiencia y capacidad.
Un filtro puede ser muy eficiente si atrapa la mayor cantidad posible de contaminantes, pero esa cualidad a la vez restringe el libre fluido de combustible, lubricante, aire o refrigerante, lo que disminuye su calidad.
La cantidad de filtros en una unidad pesada varía dependiendo del tipo de vehículo, marca del motor y modelo.
En un motor
El aire es filtrado a fin de quedar libre de polvo y partículas nocivas para componentes como: turboalimentadores, pistones, paredes de los cilindros, cojinetes, que –en casos extremos– pueden dañar a un motor por completo.
Lo más importante en cualquier filtro de aire es el medio de filtración, ya que hay una amplia variedad de fibras de celulosa natural de distintos tamaños y formas dependiendo de qué fabricante se trate.
Con el uso, las partículas atrapadas en el papel filtrante forman una capa dura en el interior y en la superficie que dificulta el paso de polvo, lo que a su vez restringe la entrada de aire y reduce el rendimiento del motor.
Lo anterior indica que debe sustituirse el filtro de aire. En un camión pueden existir uno o dos filtros para este propósito: el primario y el secundario, pero también los hay con carcasas desechables, sellados radiales y ondulados de flujo directo, mientras que otros incluyen un separador o prefiltro para separar las partículas más densas del aire.
Los prefiltros pueden extraer entre 80 y 90% de las impurezas suspendidas en el aire antes de que lleguen al filtro.
Filtración de combustible
En este caso el filtro extrae las partículas y, al igual que el resto de los filtros, cuando se obstruye el vehículo pierde potencia.
Algunos motores incluyen separadores de combustible y agua, ya que ésta puede formarse dentro del tanque y crear hongos y bacterias que destruyen las propiedades del diesel y obstaculizan el funcionamiento correcto de los filtros.
Otros tipos de contaminantes en el combustible son partículas similares al alquitrán y cera, las cuales se depositan en el fondo del tanque y aunque se les puede extraer, también tapan los filtros.
Los filtros primarios tienen un medio de filtración más abierto y menos restrictivo, por lo que capturan partículas grandes y permiten el paso del caudal de combustible, en tanto que los secundarios son más compactos y retienen partículas más finas.
Los filtros en el sistema de enfriamiento
La circulación del refrigerante llega a un punto en el que tiene que pasar por un filtro. En un motor de servicio pesado, la bomba de agua impulsa ese líquido por los canales del sistema y pasa por el bloque del motor, alrededor de las paredes y culatas de los cilindros, operación que hace que el calor disminuya.
Luego, el refrigerante llega al termostato y circula por el radiador para enfriarlo, con el fin de regresar al primer punto y reiniciar otro ciclo.
Una parte del fluido pasa por el filtro del refrigerante, donde quedan atrapados óxidos, incrustaciones y arenilla, entre otros residuos.
Filtros de aceite
Dentro del sistema de lubricación, los aceites son esenciales para evitar el deterioro del motor a diesel. Con su ayuda, se reduce la fricción y el desgaste; disipan el calor, sellan la cámara de combustión, protegen contra partículas nocivas y las echa fuera. Además, neutralizan los ácidos que se forman durante el proceso de combustión.
Sin embargo, esto no sería posible si no se filtraran los lubricantes. Durante la operación de un camión, la bomba de aceite produce una presión que típicamente es controlada por una o más válvulas, aparte de que el aceite es recogido cerca del fondo del cárter y conducido a las áreas críticas. Hay distintos tipos de aceite para diversas clases de motores y los filtros se utilizan para alargar la vida útil del sistema.
Al filtrar el lubricante, se impide la entrada de los contaminantes microscópicos al motor, con el fin de mantener su eficiencia por miles de kilómetros.
Las partículas más nocivas para el motor son microscópicas: miden de 5 a 20 micrones. Para tener un comparativo, el grosor de un cabello humano es de aproximadamente 50 micrones.
Dichos contaminantes pueden dañar los aros, cojinetes y válvulas. Por ello, a fin de ser completamente eficaces deben poder filtrar las macropartículas nocivas y permitir un flujo adecuado de aceite durante toda la vida útil del mismo.
Entre los sistemas de filtración para aceite, se encuentra el de un solo filtro de doble flujo y alta velocidad de circulación, con entrada y salida para el aceite, el cual es enviado directamente al motor en lugar de que entre al cárter, como es el caso de los filtros de doble flujo tradicionales.
Sean para aceite, aire, combustible o refrigerante, en el mercado existe una amplia variedad de filtros para servicio pesado cuyo rendimiento puede ser comparado con el de otras marcas si los consumidores solicitan a sus proveedores resultados de pruebas estandarizadas para saber cuáles son los adecuados para su vehículo.
