De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la pandemia del Coronavirus ha empujado al mundo hacia una recesión económica que, en 2020, representará la peor crisis desde la Gran Depresión y que registraría una recuperación parcial hasta 2021, si es que la enfermedad se disipa en la segunda mitad de este año.

El organismo ha reconocido las medidas decisivas que han adoptado la mayoría de los países para salvaguardar a su población; sin embargo, muchas de ellas han implicado la suspensión de actividades no esenciales y, por lo tanto, el paro de industrias y el mercado minorista que, al término de la cuarentena, se enfrentarán al reto de reactivar la economía.

El FMI pone como una prioridad el proteger a las personas y empresas afectadas a través de medidas fiscales amplias, oportunas y focalizadas. Si bien depende de las circunstancias de cada país, éstas deberían incluir aplazar el pago de impuestos, otorgar subsidios salariales y transferencias monetarias a los grupos más vulnerables; ampliar el seguro de desempleo y la asistencia social, así como ajustar temporalmente las garantías de crédito y las condiciones de los préstamos.

En este mismo sentido, destacó la coordinación significativa en las políticas económicas de diferentes países, pues algunas de estas medidas se han adoptado en la primera ola de apoyo. Asimismo, reveló que estas iniciativas ascienden aproximadamente a ocho billones de dólares a nivel global.

Tan solo los países del G20, grupo que representa el 85% del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo, anunciaron medidas por cinco billones de dólares, las cuales implican inversión en salud pública, así como apoyos para empresas y sus trabajadores. 

En China, país en el que se desató esta pandemia y el primero en reactivar sus actividades económicas, se anunció un estimado de 2.6 billones de yuans en medidas fiscales o planes de financiamiento. Los temas clave que aborda son: mayor gasto en prevención y control de epidemias, producción de equipo médico, desembolso acelerado del seguro de desempleo, así como desgravación fiscal y exención de cotizaciones a la seguridad social.

Además, las autoridades chinas intervinieron en una etapa temprana para respaldar los mercados interbancarios y proporcionar apoyo financiero a las empresas sometidas a presión, incentivando a los bancos a otorgar préstamos a las Pymes mediante financiamiento especial del Banco Central de China. Las grandes compañías, por su parte, gozaron de un acceso al crédito relativamente estable en todos los sectores.

En Estados Unidos, actualmente el país con mayor número de casos confirmados de COVID-19, el Gobierno optó por emitir una ley que inyecta 250,000 millones de dólares para proporcionar reembolsos de impuestos únicos, otros 250,000 mdd para fortalecer el esquema de seguros de desempleo y 24,000 para proporcionar una red de seguridad alimentaria para la población más vulnerable.

Para apoyar a la iniciativa privada, la administración de Donald Trump destinó 510,000 mdd para evitar la bancarrota corporativa proporcionando préstamos, garantías y respaldo al programa de la Reserva Federal, otros 359,000 mdd se dirigieron a préstamos y garantías perdonables para ayudar a las pequeñas empresas a retener a sus trabajadores.

Su vecino del norte, por su parte, creó un Plan de Respuesta Económica por 193,000 millones de dólares canadienses, que incluyen inversiones para el sistema de salud y ayuda directa a los hogares. En apoyo a las empresas, se implementaron diferimientos de impuestos sobre la renta y las ventas. Además, se está proponiendo un subsidio salarial de emergencia para apoyar a los empleadores de todos los tamaños y en todos los sectores que hayan sufrido una caída en los ingresos brutos de al menos el 15% en marzo y el 30% en abril.

Latinoamérica, altamente vulnerable

El Banco Mundial señala que, en los últimos doce meses, una serie de convulsiones impactaron el crecimiento de la economía de la región, comenzando por las tensiones sociales, el colapso en los precios internacionales del petróleo y ahora la crisis del COVID-19.

El contexto actual provocará una caída en la demanda de materias primas provenientes de estos países, así como un colapso en el turismo, especialmente severo en algunos países caribeños.

Para el Banco Mundial, es necesario que los Gobiernos latinoamericanos respalden a las instituciones del sector financiero y a las empresas debido al alto nivel de economía informal, la dependencia de las remesas y los índices de pobreza.

Los países miembros del G20 en esta región han activado estrategias para enfrentar esta crisis, desde sus administraciones federales y locales. Por ejemplo, en Brasil, la mayoría de los Gobiernos regionales ha implementado medidas de mitigación, incluyendo el cierre de escuelas, restricciones a reuniones públicas y servicios no esenciales.

Si bien los incentivos económicos se han dirigido más a las familias que a la iniciativa privada, se ha destinado una compensación parcial a los trabajadores que están suspendidos temporalmente o tienen un recorte de horas laborales, así como exenciones fiscales temporales y líneas de crédito para empresas que preservan el empleo.

En Argentina, para apoyar a las compañías, los ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo anunciaron un paquete de medidas que contempla eximir el pago de contribuciones patronales a los sectores afectados de forma crítica por la pandemia, como los de esparcimiento, turismo, transporte de pasajeros y aquellos que afronten dificultades logísticas o de provisión de insumos.

Específicamente para las MiPymes, el Banco Central brinda incentivos para incrementar los préstamos para el pago de sueldos, y además se promovieron créditos a una tasa fija no superior al 24% anual.

Asimismo, se ofrecen mayores beneficios de seguro de desempleo y pagos a trabajadores con salario mínimo, y se establecieron precios máximos por 30 días (prorrogables) para un conjunto de productos alimenticios, de higiene personal, medicamentos e implementos médicos.

En México, además del mayor gasto en salud y el fortalecimiento de la red de seguridad social, el plan abarca medidas como el pago anticipado de pensiones sociales y por discapacidad, equivalentes a cuatro meses; acelerar los procesos de adquisición y las devoluciones del IVA, al igual que préstamos de hasta 25,000 pesos a Pymes.

Luego de la declaratoria de la Fase 3 en el país, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunció que beneficiará a 84.6% de las empresas de autotransporte de carga registradas ante Hacienda, con la extensión al 30 de junio para que las personas físicas realicen su declaración anual.

Leer: SAT beneficia con extensión de plazo para declarar a 85% de los autotransportistas

Europa, al borde de la recesión

El FMI reconoce que el COVID-19 ha golpeado a este continente con asombrosa ferocidad y no sabe cuánto durará la crisis, pero sí que el impacto será grave.

En las principales economías europeas, los servicios no esenciales cerrados por decreto gubernamental, representan alrededor de un tercio del PIB. Esto significa que cada mes que estos sectores permanecen sin actividad, se traduce en una caída del 3% del PIB anual. El organismo señala que es inevitable que este año se produzca una profunda recesión en Europa.

En Italia, uno de los países más afectados, el Gobierno ha asignado 10,300 millones de euros para fortalecer la red de seguridad social, incluidas las empresas con menos de cinco colaboradores. El propósito es mantener a las personas en sus trabajos y evitar los despidos debido a esta crisis temporal. La medida se complementa con una asignación de 600 euros durante marzo para los trabajadores por cuenta propia (casi cinco millones de personas que generalmente no tienen acceso a redes de seguridad social ordinarias) y empleados temporales.

Para apoyar la oferta de crédito, el plan del Gobierno ha asignado 5,100 millones de euros adicionales que apalancarán créditos para Pymes. Además, se otorgó el aplazamiento de los pagos de servicios públicos en los municipios más afectados.

Los pagos de impuestos y seguridad social de marzo se suspendieron para una gran cantidad de contribuyentes. Esto incluye a todas las empresas y freelancers con una facturación inferior a dos millones de euros, así como a los contribuyentes pertenecientes a sectores muy afectados por la emergencia: turismo, transporte, restaurantes y cafeterías, cines, parques de atracciones y organización de eventos. Una vez reanudados, estos pagos pueden hacerse en hasta cinco cuotas.

En Francia se aplicaron medidas fiscales inmediatas para apoyar la liquidez mediante el aplazamiento de la seguridad social y pagos de impuestos para las empresas, un estímulo financiero directo para microempresas afectadas y freelancers, y aplazamiento de los pagos de alquiler y servicios públicos para las MiPymes afectadas.

Mientras tanto, en Alemania se destinaron 50,000 millones de euros a subsidios para pequeñas compañías y trabajadores independientes perjudicados por el brote de COVID-19, además de aplazamientos de impuestos sin intereses hasta el final del año.

Al mismo tiempo, a través del recién creado Fondo de Estabilización Económica, el Gobierno está ampliando el volumen y el acceso a garantías de préstamos públicos para empresas de diferentes tamaños.

De hecho, la Unión Europea –también miembro del G20– destinó 25,000 millones de euros en garantías gubernamentales al Banco Europeo de Inversiones para emitir sus propias garantías de crédito de hasta 200,000 millones de euros a las Pymes.

También creó un instrumento temporal, basado en préstamos de hasta 100,000 millones para prestar a países y así financiar esfuerzos encaminados a proteger a los trabajadores y los empleos.

Por su parte, el Reino Unido emitió exenciones de impuestos a la propiedad, subvenciones directas para pequeñas empresas en los sectores más afectados y compensación por licencia por enfermedad. 

El Gobierno lanzó, en sinergia con el British Business Bank, un plan de préstamos por interrupción de negocios para apoyar a las Pymes, y anunció un proyecto similar enfocado en grandes empresas.

Además, está aplazando los pagos del IVA del próximo trimestre hasta el final del ejercicio fiscal y pagará el 80% de las ganancias de los trabajadores freelance y los colaboradores con licencia, hasta un máximo de 2,500 libras por empleado al mes, por un periodo de tres meses.

En Rusia, se determinó la suspensión de impuestos para la mayoría de las empresas afectadas, excluyendo IVA y contribuciones sociales, así como aplazamientos, durante seis meses, de las cotizaciones sociales para las Pymes en los sectores afectados. Éstas tendrán como beneficio la suspensión de pagos de renta al Gobierno y préstamos garantizados.

Pandemia sin fronteras

El COVID-19 ha llegado a prácticamente todos los rincones del mundo, por lo que el resto de los miembros del G20, igualmente ha tomado medidas para amortiguar el golpe que representará para cada economía.

En Australia, sus iniciativas incluyen subsidios salariales considerables y al flujo de efectivo a las empresas, incentivos a la inversión, así como medidas específicas para las regiones e industrias afectadas.

A detalle, el Gobierno anunció un pago de 130,000 millones de dólares para ayudar a mantener a más australianos en sus empleos y apoyar a las compañías perjudicadas. Alrededor de seis millones de trabajadores reciben un pago quincenal de 1,500 a través de su empleador.

Otras acciones incluyen garantías de préstamos entre el Gobierno y los bancos participantes para cubrir las necesidades inmediatas de flujo de efectivo de las Pymes, hasta por 20,000 millones.

En Japón, para proteger el empleo y a las empresas, se preparó la entrega de dinero en efectivo a los hogares y las compañías afectadas, el aplazamiento de los pagos de impuestos y las contribuciones a la seguridad social, al igual que préstamos en condiciones favorables de instituciones financieras públicas y privadas.

Muy cerca, en Corea del Sur, se concedió la reducción del impuesto al consumo para compras de vehículos, recortes de impuestos para los propietarios que minimizan el alquiler a inquilinos comerciales, disminución del IVA para freelancers, así como la suspensión del pago de impuestos para Pymes en los sectores médico, turístico y hotelero, entre otros.

El Gobierno de Arabia Saudita, por su parte, creó un paquete que abarca la suspensión de los pagos de impuestos y otras cuotas para proporcionar liquidez al sector privado. También autorizó el uso del fondo de seguro de desempleo.

En Turquía, para ofrecer mayor protección del empleo, se emitió la reducción de impuestos, pospuestos para las industrias afectadas, particularmente el turismo; y la extensión de los plazos de presentación de impuestos personales y corporativos.

En la India también se han anunciado varias medidas para aliviar la carga del cumplimiento tributario en una variedad de sectores, contemplada la postergación de algunos plazos de presentación de impuestos.

En Indonesia, los seguros de desempleo se ampliaron, incluso para los trabajadores del sector informal. Asimismo, se permitieron desgravaciones fiscales, incluyendo al sector turístico.

Finalmente, en Sudáfrica, el Gobierno creó el Fondo de Seguro de Desempleo y programas especiales para el desarrollo industrial. Dentro del ámbito del presupuesto, los trabajadores con un ingreso por debajo de cierto umbral, recibirán un pequeño subsidio fiscal durante los próximos cuatro meses. Los recursos están disponibles para ayudar a las Pymes, principalmente en los sectores de turismo y pequeños agricultores.

La administración está acelerando los reembolsos y los créditos fiscales, permitiendo a las Pymes diferir ciertas obligaciones fiscales, y ha emitido una lista de bienes esenciales para un reembolso completo de los derechos de aduana y la exención del IVA de importación.