Ésta escena no tiene un momento y tampoco tiene un lugar. Es la Ciudad de México, pero bien podría ser Monterrey, Guadalajara, Puebla o Querétaro. Cualquier urbe en el país cuyos centros de consumo demandan tal cantidad de insumos, productos, mercancías y servicios podría albergar esta historia.

Un camión de reparto urbano llega a una tienda de autoservicio a las dos de la tarde. También es una zona escolar. El vehículo da una vuelta, dos, tres, buscando dónde aparcar. No encuentra sitio y decide hacerlo en segunda, a veces en tercera fila. Lo hace lo más cerca del negocio donde habrá de hacer dos o tres vueltas para completar el pedido.

Perdió tiempo, energía, diesel y el riesgo de cualquier incidente vial, incluso de ser robado, es mayor.

Ante este escenario, la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) está desarrollando una iniciativa de “Estacionamiento Inteligentes”, que será implementado en Azcapotzalco, en la Ciudad de México, en una superficie de un kilómetro cuadrado, altamente conflictivo para la movilidad y con una alta demanda de mercancías.

Sobre la acera de este cuadro se enmarcarán cajones de estacionamiento exclusivos para camiones que llegan a descargar. Con infraestructura visual que permita identificar si están ocupados o disponibles. Pero no solo eso, sino con un software que gestiones los tiempos.

Los espacios físicos sí requieren una inversión muy básica, como en los estacionamientos que hoy tienen luces verdes o rojas, para evitar que los vehículos sigan circulando y contaminando, además de un lector que avise a los conductores sobre tiempos y disponibilidad. Y no solo eso, sino que a través de una plataforma o una aplicación, se pueden apartar, programar o revisar.

Leer: ANTP alista proyecto eléctrico de reparto urbano

“Es una idea sencilla, que requiere una inversión mínima, pero con un potencial y un beneficio altísimos. Esos camiones que lleguen a descargar en ese cuadro no perderán tiempo buscando dónde estacionarse, lo que significa menos emisiones y más productividad. Si se programas y calculan sus rutas, el proceso es más eficiente y pueden representan menos congestionamiento, porque no todos llegarán al mismo tiempo y sus descargas serán más ágiles”, señaló Alex Theissen, presidente del organismo.

Los gobiernos de la Ciudad de México y de la Alcaldía ya están pactando los tiempos y formas para habilitar esta prueba piloto. Una vez medidos los resultados, es altamente probable que el programa sea replicado en otros espacios y, por supuesto, en otras ciudades.