Las plataformas que se sacan de circulación por un mantenimiento de emergencia o por un evento en la carretera, puede crear problemas logísticos y afectar las expectativas del cliente, señala Great Dane.

El mantenimiento preventivo regular es una respuesta simple a estos desafíos. Y, para estar a la altura antes de que estos problemas menores se vuelvan costosos, el fabricante estadounidense comparte cuatro consejos para tener este equipo en óptimas condiciones.

1. Evitar problemas antes de que sucedan

Great Dane considera que pueden surgir problemas en todos los componentes de la plataforma, pero se debe prestar especial atención a ciertos puntos que son especialmente vulnerables al desgaste debido al óxido y el contacto con el suelo.

Inflado de llantas: mantener la presión de aire adecuada es esencial para prolongar la vida útil de los neumáticos. La compañía recomienda revise periódicamente todos los neumáticos con un manómetro de presión de aire debidamente calibrado e inspeccione si hay pinchazos, cortes o vástagos del núcleo de la válvula dañados. Tenga especial cuidado de mantener los neumáticos dobles interiores, ya que el desgaste de estos neumáticos puede pasar desapercibido.

Cubo de las ruedas: revisar todos los tapacubos con regularidad en busca de fugas para evitar la filtración de agua, e inspeccionar los extremos de las ruedas para ver si hay una lubricación adecuada. La entrada de agua puede provocar fallas en los cojinetes y los sellos, lo que puede provocar daños en el eje. Es importante resolver los problemas de filtración y mantener niveles adecuados de lubricación.

Patín: lavar a presión el patín y el chasis para eliminar la suciedad o la arena que se haya acumulado durante el uso. Verificar que los puntos de sujeción tengan los niveles adecuados. 

2. Establecer un programa de mantenimiento

Las rutas largas degradarán naturalmente las plataformas, pero las partes más vulnerables requerirán un mantenimiento preventivo más frecuente. Es importante seguir programas de mantenimiento regulares de uno y seis meses para que los primeros signos de desgaste y daños no queden sin control.

La revisión al mes debe incluir:

  • Desgaste de los neumáticos y la presión de aire adecuada.
  • Luces, reflectores y cableado.
  • Carrocería en busca de daños físicos: pintura, placa de matrícula y faldones de barro.
  • Patín

Cada seis meses:

  • Cubo de las ruedas
  • Alineación y condición del eje
  • Componentes de la suspensión.

3. Aprovechar al máximo el mantenimiento programado

Es importante garantizar aprender todo lo que se pueda de los ajustes hechos en los mantenimientos programados para poder mejorar continuamente este programa preventivo.

Las reparaciones de emergencia al costado de la carretera pueden ser extremadamente costosas y peligrosas. Por lo que realizar el mantenimiento preventivo en un entorno controlado es la mejor manera de garantizar la seguridad y el éxito oportuno de los técnicos. 

Asimismo, Great Dane recomienda llevar registro de lo que llevó a un mantenimiento no programado, lo que ayudará a comprender los factores únicos que afectan a la flota.

4. Vigilar de cerca el mantenimiento

Un compromiso con el mantenimiento preventivo de las plataformas es la mejor manera de mantener el equipo más tiempo en la carretera, proteger a los operadores y mantener la excelencia en el servicio al cliente. Simplemente reaccionar a los problemas a medida que suceden pondrá a todos en riesgo e innecesariamente traerá dolores de cabeza que pueden evitarse.

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