Luego de que Andrés Manuel López Obrador anunciara que Pemex y la Secretaría de Energía serán las responsables de la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) expresó su preocupación al respecto.

Cabe recordar que, de acuerdo con lo que informó el mandatario, esta decisión fue tomada porque las propuestas presentadas estuvieron por encima del monto previsto para la obra y rebasaban los tres años de construcción previstos por la administración federal.

Al respecto, la Coparmex exhortó al Gobierno federal a hacer un alto en el camino y reconsiderar los riesgos que esta decisión implica para Pemex, para las finanzas públicas y para México.

El organismo conminó a reflexionar sobre cinco temas que considera como focos rojos en este proceso:

– Que la empresa petrolera más endeudada del mundo decida emprender por su cuenta un proyecto de esta magnitud en una línea de negocio en la que ha sido históricamente poco rentable.

– El hecho de que las empresas internacionales especializadas en la materia deciden no participar bajo las condiciones propuestas, advirtiendo costos mucho mayores y tiempos de ejecución más prolongados para concluir de manera adecuada la obra.

– Que el gobierno decida sustituir a empresas especializadas en este tipo de proyectos y se asuma como desarrollador de infraestructura cuando es de dominio público su poca o nula experiencia en la materia.

– Que el mundo está inmerso en un proceso acelerado de transición energética encaminado a sustituir los combustibles fósiles por amigables con el medio ambiente.

– Estudios serios como el presentado por el Instituto Mexicano para la Competitividad estima en 2% las probabilidades de éxito para el proyecto.