El rebrote de COVID-19 en Shanghái, una de las ciudades industriales y económicas más importantes de China, obligó a las autoridades a iniciar un confinamiento desde el martes pasado, lo que provocó el cierre de fábricas, medidas sanitarias más exigentes, un alza en el precio de productos, entre otras cosas, que amenazan a la cadena de suministro global.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la última semana se reportaron 10 millones de casos nuevos y más de 45,000 muertes por COVID-19 en todo el mundo, lo que se traduce en un aumento del 40% en el número de defunciones respecto a inicios de marzo.

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Los cierres de diversas empresas, fábricas dedicas a la industria automotriz y manufacturera, comercios locales y la implementación de medidas sanitarias más exigentes han provocado en las últimas semanas retrasos y aumentos en los costos de la cadena de suministro.

La fábrica de Tesla en Shanghái canceló este jueves los planes para reanudar la producción de su planta el viernes y sábado, lo que está ocasionando un retraso de entrega de sus vehículos Model 3 y Model Y que no sólo abastecen al mercado local, sino que también a buena parte de países europeos.

La gigafábrica de Tesla, ubicada en el distrito de Pudong al este del río Huangpu de Shanghái, suspendió la producción de lunes a jueves después de que las autoridades anunciaran el cierre de dos etapas para combatir el aumento en los casos de COVID-19.

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Este anuncio coincide con la publicación vía Twitter que realizó su director general, Elon Musk, donde informó haber dado positivo a Covid-19.

Aptiv PLC, empresa proveedora de cableado para Tesla y General Motors ubicada en Shanghái, también mandó a los trabajadores a su casa a permanecer en confinamiento hasta que las autoridades gubernamentales lo indicaran.

En tanto, el autotransporte de carga se ha visto afectado en un 20% en muchas partes del mundo, pues está ocasionando largas filas de camiones que esperan cruzar las fronteras, pero la existencia de protocolos más exigentes y descoordinados en las carreteras y puentes fronterizos provocan retrasos, según expresó la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU, por sus siglas en inglés).

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Como consecuencia, el tiempo de entrega de los productos es más largo, lo que a su vez provoca un aumento en los costos de transporte como la tarifa de desvío y de autopista,

De acuerdo con expertos, la industria manufacturera en China se ha contraído en marzo a partir de que se empezaron a registrar los primeros aumentos de casos por COVID-19 en la ciudad de Shenzen.

La OMS aseguró en su tercera actualización del Plan Estratégico de Preparación, Preparación y Respuesta para el COVID-19, que la pandemia podría tener tres posibles evoluciones en los últimos meses o años: la primera y más probable, es que el virus siga mutando y cause una enfermedad menos grave; la segunda y la más benigna, es el surgimiento de variantes menos graves que no necesiten dosis de refuerzo de vacunas, y la última y en el peor de los escenarios, es la aparición de una variante más virulenta y altamente transmisible.

Con ello, el Organismo instó a los gobiernos a seguir vigilando la evolución de la pandemia y no bajar la guardia en las medidas sanitarias para que no sea necesario extremarlas a causa de rebrotes que puedan afectar cada vez más la cadena de suministro y el comercio a nivel global.

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