En días recientes, la International Road Union (IRU) actualizó la cifra de la falta de conductores capacitados para el transporte mexicano. Este número llegó a 99,000 luego de que por muchos años se dijo que el déficit estaba entre 50,000 y 60,000, de tal manera que se puede inferir que el problema se agravó cerca del 40 por ciento.
Para contrarrestar este fenómeno, distintas empresas del sector han puesto en marcha sus propias escuelas para capacitar y formar profesionales del volante, y si bien son esfuerzos que ponen su granito de arena, la realidad se impone como un reto mayúsculo, pues cada vez hacen falta más conductores.
Por otro lado, los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (CECATI) también suponen una opción que abona para solventar este tema, y aunque falta mucho por hacer, sus esfuerzos son significativos y sus resultados han podido permear de manera local, mientras que sus directivos confían en que la creación de más sinergias podría multiplicar estos alcances.
Es por eso que en TyT platicamos con Patricia Moreno, Directora del Cecati 193, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y con Leopoldo Cruz, Director del Cecati 144, de Tijuana, en Baja California, quienes compartieron parte del trabajo que realizan cada día, así como los retos que enfrentan y sus expectativas para obtener más y mejores resultados.
Sumar para multiplicar
Para empezar, Patricia Moreno explica que el CECATI 193 es pionero en tener la especialidad de operadores de transporte de carga, toda vez que Nuevo Laredo es quizá la ciudad “más transportista” del país, ya que la gran mayoría de sus pobladores se dedica a una actividad relacionada con este sector.
“Nosotros tenemos más de 25 años de experiencia en la formación y capacitación de operadores de autotransporte, de modo que hemos aprendido y perfeccionado las formas para que nuestros esfuerzos tengan mayor impacto, ya que fuimos el primer plantel e ofrecer esta especialidad”, afirmó Patricia Moreno Arvizu.
Por un lado, explicó, los CECATI que ofrecen esta capacitación se apegan a las directrices de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes para formar operadores sin experiencia que desean obtener la licencia federal tipo B, además de otros cursos como inglés para conductores de transfer, o administración del tiempo, ya que con el paso de los años han visto oportunidad en diversificar y ensanchar sus planes de capacitación.
Pero el tema no llega hasta ahí, ya que también han desarrollado sinergias con empresas transportistas, principalmente de Nuevo Laredo, para ampliar los conocimientos de los aspirantes y ampliar su experiencia con maniobras en condiciones reales, además de que en la gran mayoría de los casos los egresados son contratados por estos mismos empleadores.
“Nuestra especialidad en autotransporte es de las más demandadas en el CECATI 193, y gracias a la gran relación que hemos desarrollado con las empresas de la región, con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, con la Asociación de Transportistas de Carga de Nuevo Laredo y con el Gobierno local, hemos podido fortalecer la instrucción de los jóvenes.
“Esto quiere decir que mientras una parte de los estudiantes toma la parte teórica de la capacitación, otros ya están en la práctica con las empresas que nos apoyan, y es así como cada mes egresamos a 14 nuevos operadores, quienes se suman a las filas de las propias empresas de la ciudad, que al mismo tiempo confían en que salen bien preparados, y por eso les dan la oportunidad”, afirmó Patricia Moreno.
La dirigente del CECATI 193 subraya la importancia del trabajo en equipo, pues considera que los logros de este semillero se deben al compromiso de los distintos actores con un fin común: formar más y mejor, una ecuación en la que todos salen ganando, pues mientras las empresas tienen operadores mejor calificados, el Gobierno contribuye a la preparación y generación de empleos y los jóvenes tienen una oportunidad asequible.
Otras sinergias se han dado con los fabricantes de vehículos pesados, que suelen ofrecer un camión en comodato a fin de que tanto los instructores como los aspirantes tengan acceso a la tecnología más reciente, mientras que el Gobierno de la ciudad también dona recursos para infraestructura, como la reciente ampliación de la pista de pruebas en el centro educativo.
Los retos: inglés, mecánica y más inversión
A diferencia del 193, el CECATI 144 de Tijuana, en Baja California, es relativamente nuevo en la oferta de la especialidad de operadores de autotransporte, pues fue en 2021 cuando incursionó en esta materia, y lo hizo con el apoyo e impulso de la CANACAR, la Asociación de Mujeres Operadoras de Transporte de Carga (AMO) y gracias a las empresas de la región.
Y los resultados también han sido sobresalientes, dado que egresan a 15 aspirantes en cada generación. A la fecha, ya han formado a más de 300 conductores profesionales, con un porcentaje importante de mujeres, pues fue aquí donde surgió la AMO, en el contexto de la pandemia, organismo que desde su nacimiento se ha destacado por el apoyo y promoción de las conductoras en el sector.
Y en este sentido, Leopoldo Cruz explica que, ante el panorama actual, el papel de los CECATI no puede quedarse solamente en la instrucción de los operadores en el manejo de un vehículo de carga, sino que, en este caso en particular, al estar en una ciudad fronteriza, es fundamental extender la capacitación al idioma inglés, pues muchos de sus egresados cruzan la frontera o se quedan trabajando en Estados Unidos.
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“En estos tiempos, los operadores latinos que trabajan en Estados Unidos tienen la obligación de poder comunicarse en inglés, razón por la que nosotros podemos dar esta capacitación a través de un diplomado, pues nuestra misión es que tengan la mayor cantidad de herramientas para su futura incorporación al mercado laboral del autotransporte”, explicó.
Y como cada vez faltan más operadores, agregó, las autoridades competentes deben hacer y gestionar más inversiones para que los centros de capacitación tengan más recursos, más instructores y aulas y, por tanto, mayor capacidad para formar a más conductores profesionales.
Por último, y a pesar de que las tecnologías de los vehículos avanzan a grandes saltos, sería oportuno considerar la capacitación de los conductores en temas mecánicos, puesto que nunca está de más conocer la unidad y tener una base para identificar o, de ser necesario, solucionar algún tema de funcionamiento en la carretera.
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