Agregó que, de conformidad con el númeral 6.1.2.2 la NOM de pesos y dimensiones, exigen de las empresas propietarias de dichas configuraciones vehiculares mayores inversiones en equipo, capacitación para sus operadores y los estrictos controles de seguridad.

“El beneficio incremental de peso es un estímulo a la modernización del equipo. Ahora resulta que el efecto inmediato de la suspensión del segundo transitorio es que las empresas tendrán que seguir asumiendo el cumplimiento de requisitos  de mayor exigencia y, sin embargo, tendrán la misma capacidad de carga que todos aquellos otros que no cumplen con dichas especificaciones con lo cual se genera un efecto regresivo en la modernización de los equipos”.

Esta asociació indicó que se han esmerado en cumplirlos, por lo que ahora enfrentan costos de operación superiores que aquellos que no se han modernizado, lo cual es un evidente fallo regulatorio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).