La nueva normalidad para el autotransporte sigue tomando su propio curso. Entre los lineamientos sanitarios y los protocolos adoptados por cada empresa, el sector sigue moviendo los insumos y mercancías de una forma segura y buscando mayores eficiencias. 

Es por eso que hablar de una nueva realidad para el autotransporte sin considerar que proveen un servicio a usuarios con sus propias políticas y protocolos sería una ecuación incompleta. 

En este contexto, Rogelio Montemayor, gerente comercial de Transportes MonRo, considera que esta transformación tiene que ser compartida.

“Nosotros desarrollamos nuestros propios protocolos, pero también somos flexibles y nos adaptamos a los requerimientos de cada cliente. Hay unos más estrictos que otros, y en este sentido, la transformación digital requiere procesos más eficientes de ambas partes”, señala.

El fin primigenio del autotransporte, agrega, es satisfacer las necesidades de sus clientes. Ofrecer soluciones. Y en gran medida, la digitalización de procesos, trámites, incluso de documentos, será un gran paso, obligado por la pandemia del coronavirus.

“Todavía falta mucha infraestructura para lograrlo, pues hoy, un operador sigue entrando a las plantas productivas, hace trámites, recolecta firmas y tiene que esperar. Tal vez, a fin de evitar los contactos, no estemos tan lejos de lograr que estos procedimientos también sean digitales”, agrega.

Esto también debería estar acompañado de un marco jurídico que regule las plataformas, los trámites y toda la documentación que hoy requiere el autotransporte en cada viaje. 

La flexibilidad, en este sentido, se convierte en una regla fundamental del nuevo juego. Tener la capacidad para atender las necesidades de un usuarios y al mismo tiempo garantizar la salud e integridad de todos los participantes en la cadena logística es otro pilar fundamental de la nueva normalidad.

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Es por eso que la transformación digital es la principal tendencias para poder satisfacer las necesidades del nuevo mundo. La colaboración y entendimiento entre usuarios y proveedores de transporte se ha convertido en la clave para dar el salto cualitativo que requiere la modernización del sector.

“Nosotros, desde nuestra trinchera, seguimos capacitando a nuestro personal y actualizando nuestros protocolos, porque también se trata de un fenómeno cultural, ya que no es comprar o contratar tecnología, hay que saber utilizarla y aprovecharla al máximo”, agregó.