Con el objetivo de garantizar la continuidad de sus servicios y para proteger la salud de colaboradores y clientes, los talleres de las distribuidoras de Grupo Zapata implementaron un sistema de trabajo por células, de tal forma que se minimiza el contacto y, por lo tanto, los contagios de COVID-19.

Así lo dio a conocer Fernando Zapata, Director de Mercadotecnia Corporativa de Grupo Zapata, quien explicó que las células no interactúan unas con otras. Por ejemplo, las refacciones son solicitadas a través del sistema de la concesionaria o por teléfono, y el paquete se entrega totalmente protegido sin que se lleve directamente al personal del taller.

El directivo de Zapata agregó que en el caso de las solicitudes al área administrativa se trabaja igual. Así, si algún miembro de una célula presenta síntomas de enfermedad, se envía a toda la célula a su casa para evitar contagios dentro de la propia empresa.

“Si una persona dentro de un taller se enferma y no lo tienes controlado por células, no sabes con qué personas se interrelacionó; entonces tienes que cerrar todo el taller. Nosotros hicimos células de trabajo que solo conviven ente ellos”, puntualizó Fernando Zapata en entrevista para TyT.

Asimismo, reconoció que uno de los lugares frecuentes de contagio es el transporte colectivo, por lo que capacitan continuamente a todo el personal de Grupo Zapata sobre la importancia utilizar cubrebocas, guantes –si es posible– y desinfectarse las manos inmediatamente después de que bajen de la unidad.

Zapata señaló que si bien hay controversia sobre el uso de cubrebocas, la empresa lo promueve debido a la protección que brinda a la boca y nariz, pues concientiza para no estar tocándose la cara con las manos.

Por otro lado, en las sedes de Grupo Zapata se ha implementado la revisión de temperatura de todo el personal a su ingreso y se desinfecta constantemente.

De igual manera, se cuentan con procesos para proteger a los clientes. “Desinfectamos el vehículo, toda la cabina, habitáculo, manijas exteriores, palancas de velocidades, volante, asientos; de tal manera que el vehículo se entrega a los operadores en perfecto estado de esterilización”, dijo Fernando Zapata.

A su vez, mientras los operadores esperan, les proyectan programas de concientización y de mejores prácticas para que las compartan con sus familias y compañeros de trabajo.

Finalmente, Fernando Zapata recordó que uno de los primeros retos fue conseguir que las autoridades consideraran a los talleres de las distribuidoras como básicos y esenciales para permanecer abiertos.

“Pero demostramos, a través de AMDA, que el tener abiertos los talleres es esencial porque todos los vehículos que están brindando servicios de seguridad, médicos, transporte de medicinas, transporte de todo tipo de productos alimenticios, requieren ser atendidos”, precisó.

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