En una colaboración con la empresa transportista Flixbus y el proveedor de gas Gasum, Scania puso a rodar el primer autobús de larga distancia que funciona con biogás y que operará la ruta Estocolmo-Oslo.

Actualmente, el biogás se utiliza en forma comprimida principalmente en autobuses urbanos, automóviles y vehículos de transporte ligero, pero hasta ahora ha sido menos competitivo para los vehículos pesados ​​de larga distancia. 

En los últimos años, se ha desarrollado tecnología para enfriar el biogás a alrededor de menos 160 grados Celsius para que se vuelva líquido y, por lo tanto, más denso en energía. Esto abre la posibilidad de utilizar el gas para, entre otras cosas, el transporte pesado, tanto por tierra como por mar.

La disponibilidad de biogás mejorará rápidamente en toda Europa, especialmente porque la UE decidió poner a disposición puntos de abastecimiento de combustible a lo largo de las principales redes de carreteras europeas (TEN-T).

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“Como el primer autobús de larga distancia impulsado por biogás, esta es probablemente la solución para autobuses más sostenible en la actualidad”, dice Johan Ekberg, Jefe de la Unidad de Clientes de Scania.

Los beneficios del biogás líquido son muchos: no contiene fósiles, es renovable, se produce localmente y reduce las emisiones. 

Al cambiar a biogás líquido producido localmente como combustible en camiones o autobuses de larga distancia, los operadores reducen tanto el impacto climático propio como el de sus clientes en más del 90 por ciento. 

La calidad del aire en general también se ve afectada positivamente por la reducción de las emisiones de partículas y óxidos de nitrógeno (NOx), y los vehículos más silenciosos benefician tanto a los conductores como a los pasajeros, y a la sociedad en general.

“El biogás no es solo el combustible con las emisiones de CO2 más bajas, sino que también resuelve los problemas de residuos locales, crea puestos de trabajo locales y devuelve carbono y nutrientes al suelo. Es la navaja suiza de la economía circular”, señaló Jonas Strömberg, director de sostenibilidad de Scania.

Ya en la actualidad, el 17 por ciento de la red de gas de Europa es biogás, y está aumentando rápidamente, lo que contribuye activamente a reducir las emisiones de CO2. En la red de gas para vehículos de Suecia, la proporción de biogás es un asombroso 95%.

“El biogás será una de las herramientas clave para la descarbonización del transporte pesado, especialmente para operaciones de larga distancia como interurbanos y de largo recorrido. La mitad de la flota de gas pesado de Europa podría funcionar con biogás en 2025”, concluyó Jonas Strömberg.